O los jueves o la nada
El Atlético de Madrid se juega esta tarde la Europa League ante el Oporto. Los rojiblancos necesitan lograr, al menos, el mismo resultado que el Leverkusen en su casa contra el Brujas.
EI cielo que Panoramix temía que se le cayera sobre la cabeza ya se había despejado cuando el Atleti aterrizó ayer en Oporto. Escampado tras una mañana grisácea y de lluvia. Ese mismo que, por completo, puede derrumbarse hoy sobre Simeone en O Dragao (sigue el partido en directo en As.com).
Lo que parecía un dèjá vu por el reencuentro con el Oporto en la primera y última jornada de esta fase de grupos en realidad no ha tenido nada que ver con lo del año pasado. Porque entonces ambos empataron en el Metropolitano y, tras un deambular por un grupo complicado, con Liverpool y Milan, se medían en Portugal en la última jornada bajo el todo o nada. Ganó el Atleti, a octavos. Esta temporada, sin embargo, no ha llegado ni con esa opción a esta jornada. Quedó fuera en la anterior, tras no ser capaz (otra vez) de ganarle al Leverkusen, como al Brujas en sus dos enfrentamientos, con el final más cruel. Ese penalti que, con el tiempo cumplido, daba una vida extra en Oporto. Pero Carrasco falló. Y el rechace de Saúl se fue al travesaño. Pero el mismo Carrasco sacó con el tacón la última pelota de Reinildo que se iba a la red. Los de Conceição, hace un año empujados a la Europa League por los rojiblancos, hoy jugarán por ser primeros.
Ganar... o mirar hacia Alemania
Las cuentas de la tarde son fáciles para ambos. Si el Atleti gana, es tercero. Si empata necesita que el Leverkusen empate o pierda. Si pierde, que sea derrotado también. Si el Leverkusen le gana al Brujas, el empate le valdría a los portugueses para ser primeros. Mientras, al Atleti, solo le queda el consuelo de la Europa League. En este grupo que parecía tan fácil en agosto no lo tiene ni siquiera aún segura.
Un Atleti tocado y hundido que el fin de semana, en vez de curar sus heridas en Cádiz, las agrandó. Derrotado tras recibir un gol en la primera y en la última jugada. Recuperó para ese partido el Cholo, sin embargo, a quien no debe soltar para noches como ésta: João. Que pueda jugar de inicio con Griezmann, que descansó en Liga para estar fresco hoy, no es descabellado. Morata, retirado en ese partido, entró en la lista. Como Kondogbia. La duda es si el francés o Saúl en el medio. Atrás, la defensa fija. En los costado, un De Paul que crece y a un Carrasco que se necesita.
Enfrente un rival con problemas atrás (Pepe lesionado, Carmo y Uribe sancionados). Enfrente un rival al que el Santa Clara, penúltimo en su liga, bajó la euforia Champions. Su portero, Diogo, está en estado de gracia, como Taremi, su delantero; uno con paradas, el otro con dobletes. Mientras, Otávio es un reloj en el medio. Ese que hoy, cuando den las ocho en Portugal, las nueve en España, puede haber precipitado definitivamente el cielo de Europa sobre el Cholo. Dejando tras sí nada. Ni los jueves.