Nickisch seca al Juvenil de Arbeloa

La diferencia entre el 0-6 del Juvenil del Real Madrid al Celtic hace una semana y este 1-1 contra el Leipzig este miércoles fue Jonas Nickisch. El portero del equipo alemán, en resumen. Sus trece paradas fueron la distancia entre un empate milagroso de los visitantes y lo que hubiera sido una goleada que los cachorros blancos cocinaron con mimo. Con Nico Paz, Manuel Ángel y César Palacios desde el medio y primero Iker Bravo y luego Herrero poniendo el remate. Lo intentaron de todas las maneras, incluso de penalti, pero sólo César Palacios logró, una vez, pasar por encima de Nickisch... y Köhl igualó el marcador en el minuto 90.

Los juveniles dirigidos por Arbeloa volvieron a contar con refuerzos castillistas, que en lo que se intuye un acuerdo con Raúl, sólo ayudaron en la primera mitad. Vinicius Tobias fue un tormento para Ba y el Leipzig en general y arriba Iker Bravo, en la asociación y el disparo, un torbellino que dejó de nuevo detalles de que apunta a futbolista mayúsculo. Tobias fue el artífice de lo que pudo ser el 1-0 en el minuto 24, con una llegada tan sobrada de potencia que sólo pudo ser detenida en penalti. Pero ahí fue el inicio real de la exhibición de Nickisch. Se lanzó felino a su izquierda adivinando el lanzamiento de Nico Paz y aguó la pena máxima.

Hubiera sido la plataforma para esa potencial goleada porque culminaba un carrusel de ocasiones madridistas, pero el portero alemán encauzó las esperanzas de los muchachos de Daniel Meyer y el Leipzig resistió hasta el descanso. Ahí, un movimiento táctico, con Manu Serrano desplazado al lateral zurdo, permitió una combinación con César Palacios con la que el soriano, en un tic-tac, sí logró superar al cancerbero contrario en el minuto 47.

Sería la única, pero no por falta de insistencia. Con la entrada de Herrero, el Madrid pasó a buscar otra fórmula con un ariete de perfil distinto, pero el mismo motor. Ora Nico Paz, ora Manuel Ángel. Ocasiones y más ocasiones. Más y más. Pero el fútbol, especialmente a nivel formativo, deja siempre lecciones. El Juvenil de Arbeloa aprendió una: que cualquiera te hace un roto. En el minuto 90 el Leipzig se jugó un balón largo a lo que surgiese, Köhl aguantó la pelota, Piñeiro le enseñó el hueco entre sus piernas y ahí le puso la pelota. Un empate casi increíble, viendo la avalancha de disparos blancos (¡30!), que en todo caso no complica la situación del equipo madridista en esta Youth League. Eso sí, ya tiene una cuenta pendiente para la visita a Leipzig y es con Jonas Nickisch...