Lo de Carvajal fue una broma
Ancelotti apuesta, como se esperaba, por Brahim en ausencia de Bellingham. Y el leganense vuelve al lateral, con Tchouameni y Nacho como pareja de centrales.
Lo de Carvajal se queda en una broma. “Lo hizo muy bien de central, ¿le voy a quitar de ahí?”, sonreía en la previa Ancelotti. Un mensaje que podía aventurar una sorpresa, que no ha sido tal. A la hora de la verdad, Nacho, ya recuperado de la sobrecarga muscular, vuelve al centro de la zaga y a su lado estará un Tchouameni que, como Camavinga cuando aparece como tres, rinde contra sí mismo. No le ilusiona jugar como defensa, como el de Cabinda rehúye el lateral izquierdo, pero de momento, el Real Madrid no conoce la derrota, tampoco el gol en contra, con Aurélien como muro en la retaguardia. De manera que el leganense regresa a su hábitat natural, la banda derecha, con Ferland Mendy en el costado antónimo.
La otra incógnita, por llamarlo de alguna manera porque parecía de cajón, tiene acento malagueño: Brahim. Siempre que Bellingham ha causado bajo, el elegido ha sido el ex del Milan y lo vuelve a ser en el Red Bull Arena. En Leipzig, Brahim, a priori, lucirá en la posición donde creció, en la mediapunta. Como diez, será la lanzadera de Vinicius y de Rodrygo. El primero, con la sonrisa creciente tras desactivar la resistencia del Girona. El segundo, sumando, en cuanto pite el colegiado, su partido número 200 con el Real Madrid. Un tridente móvil, vertical y con querencia por la asociación entre sí que tendrá una nueva oportunidad para demostrar que la falta de Jude, sin bien crucial, puede ser paliada. Como todos los contratiempos que los de Ancelotti se han encontrado en el camino esta temporada.
Alineación del Real Madrid contra el Leipzig
El centro del campo, asegurada Lunin la batalla como el titular en la noches grandes, estará ocupado Camavinga, Valverde y Kroos. El alemán fue el protagonista de las horas previas, con una rueda de prensa simpática donde reconocía que su ilusión por seguir de corto ha ido in crescendo, sorprendiéndose incluso al yo del pasado que entendía que a los 32 años rondaría su fecha de caducidad. Tiene 33, sumando y con su renovación anhelada por afición y cuerpo técnico. Y su compañía será un Cama que hará las veces de pivote y un Halcón tan innegociable para Carletto como para el propio Kroos, que multiplica su rendimiento cuando tiene a Fede como escolta. Un once en esta ida de octavos de final de Champions que luce así: Lunin; Carvajal, Tchouameni, Nacho, Mendy; Valverde, Camavinga, Kroos; Brahim; Rodrygo y Vinicius.