Lewandowski, una cuenta pendiente con París

La última vez que Robert Lewandowski jugó en París perdió 3-0. Eran otros tiempos, año 2018, y otro PSG. Sólo cabe recordar los goleadores de aquel partido: Cavani, Neymar y Dani Alves. El polaco se tomó la revancha en la final de Champions de 2020 en Lisboa, pero sigue teniendo una cuenta pendiente con París; y, especialmente, con la revista France Football. ‘Lewy’, dos veces escogido The Best por la FIFA y una mejor jugador de Europa por la UEFA, cree firmemente que la revista francesa le ‘birló’ un Balón de Oro que él merecía, el de 2020, año de pandemia en el que no se disputaron la Eurocopa o los Juegos Olímpicos, pero sí se jugaron las competiciones nacionales e internacionales de clubes al punto de que Lewandowski marcó 55 goles en 47 partidos.

La decisión de France Football le frustró, al punto de que en 2022 ironizó cuando le preguntaron si veía favorito a Benzema (“si no lo cancelan, probablemente lo gane”, dijo). A Lewandowski, de hecho, tampoco le valió que el mejor jugador de siempre, Leo Messi, dijese en durante la ceremonia de entrega del Balón de Oro de 2021, que perdió por apenas 33 votos un 1,23%, ante el argentino: “Todo el mundo estuvo de acuerdo que el año pasado fuiste el ganador (a Lewandowski). No se pudo hacer por el tema de la pandemia, pero creo que mereces tener este trofeo en tu casa”. Lewandowski, sin embargo, le reprochó poco después que no le hubiese votado para el The Best (Messi votó a Neymar, Mbappé y Benzema) Aquel “malentendido” (así lo calificaron luego) desembocó en un pique durante el Argentina-Polonia del Mundial de Qatar, en el que Messi buscó a Lewandowski de manera intencionada para regatearlo.

Cuatro años después de aquello, Lewandowski ya ve muy lejos el Balón de Oro. Pero mantiene un espíritu competitivo salvaje al punto de que, pese a no estar ya en su cima física, ha sido capaz de recuperar un nivel altísimo que le ha permitido marcar en los dos partidos de la eliminatoria contra el Nápoles y jugar su mejor partido de la temporada en el Metropolitano, con un golazo y dos asistencias. La mentalidad del polaco ha sido uno de los factores clave de la recuperación del Barça después de que Xavi anunciase su marcha el próximo 30 de junio. Primero, organizó una barbacoa de conjura en su casa, sólo con jugadores. Días, después, durante un acto, lanzó un mensaje: “Al final, vamos a ganar algo”. Sonó descabellado. Ahora, el Barça sigue teniendo un título muy lejos. Las sensaciones, sin embargo, y el juego del Barça han cambiado hasta el punto de encender una llama de esperanza que tendrá que confirmar desde el miércoles en el Parque de los Príncipes de París, la ciudad con la que Lewandowski tiene una cuenta pendiente.

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