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Lewandowski, en el foco en el día D

Lewandowski no ha aparecido en las grandes noches de Milán y Múnich y, desde que fue campeón en el curso de la pandemia, no pasa de cuartos de final. Esta semana, a examen.

Lewandowski, que parecía vivir un idilio con el Barça desde su llegada, se ha desconectado en última semana. Los centrales del Inter, Skriniar, De Vrij y Bastoni, le engulleron el martes pasado en San Siro, donde estuvo lento de movimientos. Y contra el Celta apenas entró en contacto con el balón. Dos partidos sin gol, justo después del parón de selecciones (en el que tampoco había hecho gol) y en el peor momento, cuando el Barça se está jugando su prestigio y su economía en la Champions.

La Champions espera a Lewandowski, que desde que fue campeón en la temporada 2019-20 en el curso de la pandemia (victorias en la fase final con el 2-8 al Barça, Lyon y PSG) no pudo llevar al Bayern más allá de los cuartos de final. La temporada pasada, cayó ante el Villarreal y la anterior, contra el PSG en una eliminatoria que no pudo jugar por lesión.

Y el Barça, claro, también espera a Lewandowski, a quien se le fichó para que resolviese grandes partidos, noches mágicas de las que el club está muy necesitado. Y, de momento, a Lewandowski le pudieron las emociones contra el Bayern en Múnich, donde falló dos ocasiones cantadas en la primera parte. Y en Milán, donde anduvo lento dentro del área en varias acciones y no escogió bien los momentos.

No obstante, la confianza de Xavi en el polaco es total. Desde que aterrizó en pretemporada para jugar el Clásico contra el Madrid, es evidente que es indiscutible hasta en los amistosos. El entrenador azulgrana ha evitado sustituirle en partidos que podían requerirlo como el del domingo ante el Celta. Pero Xavi lo ha convertido en uno de los líderes del vestuario azulgrana y, a falta de feeling con alguno de los capitanes, le ha pedido que tenga ascendencia en el resto de los jugadores.

Lewandowski ha perdido relación con el juego en los últimos partidos. Le ha faltado presencia y llegada. Ese es uno de los trabajos de Xavi, alimentar mucho más al polaco, que ha estado lejos de donde hace daño, en el área. Hay que ver a qué herramientas recurre el entrenador de Terrassa, que en Milán desaprovechó a los laterales hasta que apareció Balde en el partido. Raphinha jugó por dentro y la única manera de intentar encontrarlo fue Dembélé. Es posible que eso cambie hoy. Xavi podría regresar a una defensa de cuatro en la que los laterales tuvieron protagonismo para llegar hasta la línea de fondo y multiplicar las opciones para que Lewandowski pueda darle al barcelonismo una noche mágica. Está en el foco en el día D.

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