Kroos, el Leipzig y el legado futbolístico de la vieja Alemania del Este

Han pasado más de tres décadas desde la reunificación, pero la brecha en el deporte, como sucede en la economía, sigue patente entre las dos Alemanias ahora unidas. Con la salvedad de la capital Berlín, los otros cinco estados del antiguo Este son aún los más pobres del país en términos de renta per cápita. Unas desigualdades que también se han reflejado, de forma crónica, en la Bundesliga.

Sólo cinco equipos orientales han logrado alcanzar desde entonces la máxima categoría del fútbol alemán y, de hecho, entre 2006 y 2016 no llegó a haber ningún equipo oriental. Fue precisamente el RB Leipzig (aunque la fundación de este, que data de 2009, es muy posterior a la reunificación) el que devolvió la Bundesliga al otro lado del muro. Pero los Ossies, como se les llamaba a los habitantes del Este, viven ahora un gran momento en lo futbolístico con el Union Berlin y este RB Leipzig, que esta noche se enfrenta a uno de los últimos deportistas ‘hijos’ de la RDA: el madridista Toni Kroos.

El centrocampista blanco nació en una Alemania inmersa en la construcción de un nuevo futuro común. Toni, que luego creció en Rostock, vino al mundo en Greifswald, una ciudad norteña y costera, cercana a Polonia, el 3 de enero de 1990, apenas 55 días después de la caída del Muro de Berlín. “Cuando estuvo claro que íbamos a tener un hijo [su hermano Felix 14 meses más tarde] no esperábamos que el muro cayera”, recordaba hace unos años su padre Roland en el Frankfurter Allgemeine Zeitung.

El colapso de la RDA abrió las puertas a una generación de deportistas que dio a la Mannschaft futbolistas como Matthias Sammer (que llegó a jugar en las selecciones de ambas Alemanias) o Michael Ballack. Kroos es la última figura nacida en lo que todavía fue, apenas diez meses más, la RDA. El madridista es, de hecho, el único jugador del Este que ha sido campeón del mundo con Alemania.

Aunque nació a 350 kilómetros de Leipzig, Kroos recibe a sus ‘paisanos’ en un momento dulce. Pese al empuje de los jóvenes en el arranque, los avatares de la temporada y su excelso rendimiento le han aupado a un papel estelar en los planes de Ancelotti. El alemán es el sexto jugador con más minutos disputados. Su continuidad en el Madrid está en sus manos. “Estoy pensando qué hacer, pero no he decidido nada. Me alegro que mucha gente quiere que juegue un año más, eso es positivo”, decía en la previa del partido de ida.

De momento, la decisión que sí ha tomado le tendrá en el candelero este verano: regresa a la Mannschaft para jugar la Eurocopa en su país. Antes tiene el desafío de hacer historia con el Madrid y conseguir (como Carvajal, Nacho y Modric) la que sería la sexta Copa de Europa de su palmarés personal, igualando a Paco Gento.