Jorginho: “¿Por qué no hacer historia una vez más?

Remar, remar y remar. Hasta llegar. Sin dejar de aspirar. Es la filosofía de vida de Jorge Gabriel Costa Monteiro (27 años). Jorge, si lo hacen a sus amigos. Gabriel, si le interpelan en casa. Jorginho, si preguntan en el planeta fútbol. El deporte que le ha colocado bajo los focos después de pasar de la penúltima división portuguesa al Olimpo continental en dos años (en 2023, en el Fafe; y el Differange de Luxemburgo fue su trampolín). Si días atrás eran Jennifer López o los Back Street Boys los que enloquecieron Almaty, ahora es el Kairat el que está en el centro del escenario. Con Jorginho y su 7 afilando la garganta. “¿Por qué no seguir haciendo historia?“, se pregunta en una distentida charla con AS horas antes del chupinazo. Consciente, lógicamente, de que es un Madrid “gigantesco” el que está enfrente. Pero, a veces, David también gana. Y es por lo que este portugués nativo de Celeirós lucha.

Ante el síndrome del impostor, regatea: “Si comparas el nivel de equipos por ranking, no deberíamos estar aquí. Si preguntas, dirán que no pertenecemos aquí... Pero nadie juega la Champions por suerte”. Pero mirando a aquella tanda contra el Celtic, se pellizca: “Estábamos con las manos en el aire pensando: ‘¿Lo conseguimos de verdad? ¿Ya está hecho? ¿Falta algo más?’. Como en esas películas en las que destruyes al jefe final y piensas que vendrá otro". El que viene es el Madrid. Donde triunfó su ídolo Cristiano Ronaldo. Donde juega Valverde: “Me gusta su carácter y su mentalidad. Creo que aprendió de jugadores como Sergio Ramos y ha mantenido esa garra. Me emociona jugar contra él”. Donde dirige Xabi Alonso: “¡Le elegía en el FIFA con el Liverpool! Le diré después del partido: ‘Xabi, ¿me puedo quedar tus zapatos?’ Seguro que hay mucha calidad ahí“. Su celebración ‘made in Ibiza’ ya está preparada.

¿Cómo se siente a solo unas horas del partido contra el Madrid?

Pues bastante normal. Es fútbol, así que hay que verlo de la forma más natural posible. Es un gran partido contra el Real Madrid, está claro, pero ese tipo de cosas solo las sientes realmente cuando ya estás dentro. Por ahora, preparándome como siempre. Quizá, si me preguntas una hora antes del calentamiento, la respuesta sea diferente. Pero de momento, como siempre.

Han tenido más de una semana sin partidos. ¿Viene bien o hace que crezcan un poco los nervios?

Creo que en este momento de la temporada fue muy bueno tener ocho días. Nuestro cuerpo técnico nos dio dos días libres, además. Ha estado muy bien, porque llevamos como 34 o 35 partidos (en Kazajistán, la liga es en año natural). Tuvimos un viaje largo a Portugal hace semana y media... y nos vinimos con un muy mal resultado (4-1 para el Sporting). Así que estuvo bien tener un descanso de todo eso, porque no habíamos tenido una pausa tan grande. Descansar o entrenar sin competir a veces tampoco es bueno, porque queremos jugar, pero a veces ayuda para refrescar un poco la mente.

No lleva mucho tiempo en el Kairat, pero desde el primer momento se adaptó muy bien. O eso parece. ¿O no fue tan fácil?

No. La gente ve mis números, pero antes de que llegaran tuvimos una pretemporada completa de seis o siete semanas. Hubo momentos duros. Sus métodos de trabajo son diferentes, la manera de llevar al equipo es diferente, el fútbol es diferente. Así que tuve, digamos, varios desafíos que superar. Pero, como siempre digo, cuando empieza la competición, todo se vuelve más fácil. Empezamos con la Supercopa, la ganamos. Después, los primeros cuatro partidos de liga, los ganamos. Y cuando empecé a jugar de titular, llegaron los números. Cuando ganas y las cosas van bien, todo es más fácil.

¿Qué fue lo que más le sorprendió de Almaty, de Kazajistán y del fútbol aquí?

Sobre la ciudad y el país: Almaty es una ciudad completamente diferente del resto en el país. Almaty y Astaná están muy desarrolladas. Si las comparas con otras ciudades a las que fuimos a jugar... No son así, lamentablemente. Pero tienen tiempo y potencial para crecer. Cuando escuchas Kazajistán, piensas en Afganistán y países así: guerra, falta de libertad, inseguridad en las calles. ¡Y es completamente lo contrario! Es totalmente seguro. No te sientes amenazado en ningún momento del día. Puedes caminar solo a cualquier hora y en cualquier lugar. Aquí te sientes mucho más seguro que en la mayoría de sitios de Europa, sobre todo de noche. Se vive muy bien.

¿Y la sociedad?

La mayoría son musulmanes y no son como se ve, quizá, en las películas o como se escucha. Son un poco testarudos (ríe), no les haces cambiar de opinión, pero son muy curiosos y abiertos con la gente diferente. Lo noto desde que llegué, la gente es muy abierta. No son muy habladores con el de fuera, porque no dominan otro idioma (el oficial es el kazajo, pero todos hablan ruso), pero, en cuanto pueden, lo preguntan todo:¿de dónde eres?, ¿qué haces?, ¿qué opinas de Almaty?, ¿estás aquí de vacaciones? Todo. Especialmente en los taxis.

“Si comparas el nivel de equipos por ranking, no deberíamos estar aquí. Si preguntas, dirán que no pertenecemos aquí... Pero nadie juega la Champions por suerte”

Jorginho, en AS

Me hablaba de la Supercopa que ganaron, de ese inicio liguero... Pero lo que puso patas arriba Almaty fue la clasificación para la Champions.

Sí. Lo primero que sentimos es orgullo. Esa es la primera sensación que me viene la pensarlo. Y después, sentimos que estamos viviendo un sueño. Si comparas el nivel de los clubes y los rankings, no deberíamos estar aquí. Si preguntas a cualquiera, todos dirán que no pertenecemos aquí. Así que sentimos una gran responsabilidad de demostrar que no llegamos aquí por casualidad. Nadie juega la Champions por suerte o por azar. Hicimos nuestro trabajo, lo hicimos muy bien. Claro que tuvimos momentos de suerte en el camino, como todos, porque eso es el fútbol. Pero ahora tenemos que demostrar, no a los demás, sino a nosotros mismos, que pertenecemos aquí. Que nos mereceremos volver.

Si le pregunto por ese partido contra el Celtic y aquel último penalti...

¡Estaba pensando en mi penalti, porque me tocaba después! (ríe). No pensaba mucho más. Pero cuando nuestro portero lo paró, recuerdo que todos empezamos a correr y el árbitro pitó para que esperáramos. Estaba revisando con el VAR si nuestro portero se había adelantado antes del disparo. Nos pidió que esperáramos y no sabíamos qué hacer. Era imposible estarse quieto. Luego llegó esa sensación de no saber si estabas soñando o despierto, porque estábamos con las manos en el aire pensando: “¿Lo conseguimos de verdad? ¿Ya está hecho? ¿Falta algo más?”. Como en esas películas en las que destruyes al jefe final y piensas que vendrá otro. Estábamos felices y agradecidos entre nosotros, porque creo que la gratitud también cuenta. Hay que estar agradecido con todos los que nos ayudaron y estuvieron con nosotros en esos momentos.

“Estábamos con las manos en el aire pensando: ‘¿Lo conseguimos de verdad? ¿Ya está hecho? ¿Falta algo más?’. Como en esas películas en las que destruyes al jefe final y piensas que vendrá otro"

Jorginho, sobre la clasificación para la Champions

Hablando del jefe final, luego llegó el sorteo y salió el Real Madrid. El vídeo se volvió viral al instante.

Para ser honesto, para mí no importaba demasiado. Solo quería que siguieran saliendo rivales. No por falta de respeto al Real Madrid ni nada, pero, ¿cómo puedes elegir entre todos esos equipos del primer bombo? Real Madrid, Barcelona, City, Inter... Todos equipos increíbles. ¿Cómo elegir? No sería justo decir “quiero a este o a aquel”. Yo ya estaba donde quería estar, así que pensaba: no me importa quién venga..

¿Ha notado desde entonces algún cambio en la ciudad, en cómo vive el fútbol, si está más ansiosa?

No cambió demasiado, hasta ahora. Es semana de Champions y semana de Real Madrid. El resto ha sido bastante normal. Más gente me reconoce y me pregunta si tengo entradas o me desea suerte contra el Madrid. Pero la ciudad no ha cambiado mucho. En estos días sí que se nota.

Hace 12 meses estaba en Luxemburgo (en el Differdange). Si un amigo le hubiera dicho entonces: “En un año va a estar jugando Champions contra el Real Madrid”, ¿qué habría respondido?

No hace un año, ¡hace seis meses! Le habría dicho: “Venga, seamos realistas, quizá en un año y medio, quizá dos”. Fue un salto muy grande. Pero nunca le habría dicho que estaba loco, porque siempre he creído en mí mismo. Siempre pensé que podía llegar a este nivel y aún creo que puedo llegar más alto. Estando en Luxemburgo, si me lo hubieran dicho, habría dicho: “Vale, poco a poco”. Fue un gran salto, una gran diferencia, pero nunca que era imposible, porque yo también lo creía.

¿Cómo fue la preparación después de esos días de descanso?

La misma de siempre. Los entrenamientos fueron similares, la misma metodología, aunque con ejercicios distintos, claro. La única diferencia fue que pasamos un poco más de tiempo viendo vídeos del Real Madrid, porque tienen más dinámica y calidad que cualquier otro rival que habíamos enfrentado. Esa fue la única diferencia. El resto, lo mismo. Y aún nos quedan entrenamientos hasta el partido, pero será igual. El trabajo ya está hecho.

“Pasamos un poco más de tiempo viendo vídeos del Real Madrid. Para ver sus dinámicas. No tenía sentido ver a Mbappé arrancando o a Vinicius haciendo regates..”

Jorginho y la preparación

¿Y en esos vídeos, hubo algo que le sorprendiera?

No, y creo que fue inteligente no mostrarnos jugadas espectaculares del Real Madrid. Todos sabemos de sobra su calidad. No tiene sentido ver a Mbappé arrancando en velocidad o a Vinicius haciendo regates. Eso ya lo conocemos. Lo importante era ver sus comportamientos como equipo, sus dinámicas. Con eso basta. ¿Para qué ver lo otro, para intimidarnos más?

En materia de motivación, ¿cómo lo maneja el míster?

Usa distintos discursos y tácticas según el rival. Algunas veces son muy exitosos, otras no tanto. Lo normal. Ahora lo que nos dice, y lo que todos creemos, es que tienen un gran equipo y que debemos disfrutar el momento, porque que fuimos nosotros quienes llegamos hasta aquí. Tenemos que disfrutarlo, pero también preguntarnos: ¿por qué no hacer historia una vez más? Al final es fútbol.

Usted es atacante. Le hemos visto de delantero, de mediapunta o incluso en banda izquierda. ¿Cuál es su mejor posición?

Soy delantero. Mi mejor posición es como segundo punta o falso nueve. Pero desde que empezamos en Europa, como los rivales eran superiores tácticamente, el entrenador necesitaba un jugador que ayudara en el centro del campo. Y yo tenía las características para hacerlo. No es donde me siento más cómodo ni donde soy más peligroso, pero hay que ayudar al equipo. Y estoy de acuerdo en que era necesario.

Cuando juega arriba, ¿es una especie de Mbappé?

No como Mbappé. Más similar a jugadores como Agüero en el Atlético, o Villa con Torres, o incluso Mertens en el Nápoles, cuando jugaba de falso nueve con Insigne. Ahí me siento más cómodo. También si juego cerca de un delantero más grande y me muevo alrededor suyo. Soy inteligente moviéndome en el área, entre líneas, haciendo diagonales cortas.

¿Quién era su referente?

Como portugués y amante del fútbol, el jugador que más me gustó siempre fue Cristiano Ronaldo. No digo que sea el mejor, porque sería injusto compararlo con Messi y decir quién es mejor entre uno y otro. Pero si tengo que elegir, elijo a Cristiano todos los días del año. Aun así, el delantero con el que más me identificaba era Agüero. Es el tipo de atacante que más me gusta.

“¿El más peligroso del Madrid? Xabi Alonso, siempre le elegía en el Pro y el FIFA cuando estaba en el Liverpool"

Jorginho y su admiración al tolosarra

Y de los atacantes del Real Madrid, ¿a quién considera más peligroso?

¡Xabi Alonso! (ríe). Siempre lo admiré como jugador, lo elegía en el Pro (Evolution Soccer) y en el FIFA cuando estaba en Liverpool. Pero ahora mismo, el más peligroso es Mbappé. Marca en todos los partidos, es increíble.

¿Hay algún jugador al que le haga especial ilusión enfrentarse?

Sí, Valverde. Me gusta su carácter y su mentalidad. Tiene esa sangre latina. Es distinto en ese equipo, en mi opinión. Creo que aprendió de jugadores como Sergio Ramos y ha mantenido esa garra. Me emociona jugar contra él. También tengo curiosidad de ver a Courtois, y a los que jugaron en Portugal como Carreras y Militão. Quiero ver si realmente hay tanta diferencia entre ellos y yo, porque ellos también salieron de la liga de mi país, o si es cuestión de contexto.

Vamos con algunas rápidas. Imagine que ahora es director deportivo. ¿A quién ficharía del Real Madrid para el Kairat?

A ninguno. Me quedo con mis compañeros. Pero si el Madrid quiere, que me fiche a mí (ríe).

¿Tiene rituales antes de los partidos?

Sí, muchos, pero no los digo, porque si los cuento tendría que cambiarlos. Algunos empiezan la noche anterior, otros los puede ver en el campo antes de empezar. Si estáis atentos, os daréis cuenta.

¿Y celebración pensada?

Sí, tengo una. Fue inventada en Ibiza con tres amigos durante unas vacaciones. Nunca diremos lo que significa, preferimos que la gente se lo imagine. Dejamos ahí la incógnita (sonríe).

¿Escucha alguna canción antes de los partidos?

Sí, muchas. Algunas portuguesas, otras como Sweet Caroline. También una de Pedro Abrunhosa con Sara Correia, tipo fado. Me gusta escuchar fado, sobre todo estando fuera, ahora le doy más valor.

¿Tiene apodo?

Sí, Jorginho. En realidad tengo tres. Me llamo Jorge Gabriel, y según el contexto soy Jorge, para mis amigos; Gabriel, en casa; o Jorginho, en el fútbol.

¿Le pedirá la camiseta a algún jugador del Madrid?

Xabi Alonso… Le diré después del partido: “Xabi, ¿me puedo quedar tus zapatos? Seguro que hay mucha calidad ahí" (ríe).

¿Cómo lleva el kazajo?

Muy poco, casi nada. Apenas algunas palabras en ruso, porque en el club casi todos hablan ruso. Algunos insisten en que aprenda kazajo, y tienen razón porque es su país, pero para mí es muy complicado, incluso el alfabeto es distinto.

¿Fue difícil comunicarse al principio?

Sí, porque pocos hablan inglés. Solo con los brasileños y algún fisio era más fácil. Con los locales casi imposible. Con los extranjeros algo mejor, pero nada como esta conversación.

¿Quién es el más divertido del vestuario?

Yo. Soy el que hace las locuras y todos me dicen que estoy loco.

Describa al Kairat en una palabra.

Histórico.

¿Y al Real Madrid?

Gigantesco.

Tres deseos.

Salud para mi familia, salud para mí y felicidad para todos.

¿Dónde se ve en cinco años?

Ahora tengo 27, en cinco tendré 32. Me gustaría estar jugando con la selección de Portugal y compitiendo por un título europeo, sea Champions, Europa League o Conference.

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