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Ilicic: “Entiendes cómo sufre el Madrid tanto, pero gana, cuando juegas contra ellos”

Josip Ilicic, leyenda del Atalanta, charla con AS en la víspera del duelo de su ‘Dea’ ante el Madrid. La COVID paró al planeta y a una parte de su corazón. Ahora, en casa, ha sanado todas las cicatrices.

Bérgamo (Italia)
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En la memoria, un póker al Valencia en Champions que dio la vuelta al mundo, justo antes de que la COVID parase al propio mundo... y también a una parte en su corazón: “Llegó el momento de decir stop”. Pasear por Bérgamo y preguntar por Josip Ilicic (36 años) sólo recibe cariño en las respuestas. El mismo que él demuestra en su charla con AS a la hora de hablar de su Atalanta, de Gasperini, de su etapa más dorada. Sin pelos en la lengua. Ni para hablar del presente ni del pasado. Pero con una sonrisa sincera que no desaparece durante toda la conversación. Una leyenda atormentada que ha encontrado la paz. Su mente dijo basta cuando estaba en la cima. Sanó en casa, en su Maribor, donde disfruta del deporte rey como él lo entiende: “El fútbol es amor”.

Entrevista

¿Cómo está?

Bien, en una semana terminamos la liga y me tomaré un descanso. Este año ha sido muy largo, ¡no hemos parado! Me siento vivo, con ganas de jugar. Y esto es lo más importante.

Al volver a casa cerró un círculo.

Echaba todo de menos. Llegó un punto en el que ya no sentía la necesidad de jugar a un nivel top y decidí llevarme a la familia a casa. Tengo dos niñas que extrañaban hablar en nuestro idioma y la familia es lo más importante. La verdad es que no aguantaba más tanta presión, jugando cada tres días. Tras el parón por la COVID sufrí demasiado. Ya no era el mismo, y sentía en mi corazón que había llegado el momento de decir stop. Había prometido regresar el día que me fui del Maribor y lo mantuve. Crecí aquí y lo paso bien. Aunque el nivel del fútbol sea incomparable, estoy feliz.

Ilicic, en el Portugal-Eslovenia de la pasada Euro.Kai PfaffenbachREUTERS

Y ha logrado volver a la selección.

Me había tomado una pausa para recuperarme físicamente, pero tenía el objetivo de volver. Sentía que podía conseguirlo, estaba bien mentalmente y cuando es así, puedo hacer cualquier cosa. A los 36 todavía siento que puedo dar algo más.

“Tras la COVID sentía en mi corazón que había llegado el momento de decir stop”

Josip Ilicic

Optó por volver, pero tuvo otras propuestas.

Sí, entre ellas la del Sevilla. Me llamó Monchi y le fui sincero: ‘Lo siento, no quiero venir allí para ganar dinero y no aportar nada (por su estado)’. Me lo agradeció.

Y, aunque eso fue antes, Ancelotti también tocó su puerta, ¿no?

Cuando estaba en el Nápoles, sí. Estaba prácticamente hecho. Pero, al final, el Atalanta decidió no dejarme marchar. Era fundamental para ellos. Yo había aceptado ya la oferta. Hablé con el míster, me dijo dos o tres palabras de fútbol... y luego me habló de la vida. Me contó cosas de Nápoles: ‘Dale, vente, iremos a comer, a beber...’. (Sonríe) Eso es algo fundamental, porque eres hombre antes que futbolista. También lo había comentado con Mertens y con el director deportivo Giuntoli. Estaba convencido, quería ir allí a ganar la liga y yo estaba jugando muy bien, físicamente era un animal.

“Yo había aceptado ya la oferta del Nápoles. Hablé con Ancelotti, me dijo dos o tres palabras de fútbol... y luego me habló de la vida. Me contó cosas de Nápoles: ‘Dale, vente, iremos a comer, a beber...’.

Josip Ilicic

Y se quedó a seguir haciendo historia. ¿Qué supone para usted el Atalanta?

Es un equipo que estará siempre en mi corazón, como el Palermo. Los rosanero me dieron la oportunidad de brillar en el fútbol italiano; la Dea me permitió jugar partidos enormes, inolvidables. Llegar a aquellos niveles con un club pequeño es increíble. Sigo notando el cariño de la gente, los extraño mucho y me gustaría visitar más Bérgamo.

¿Cree que puede ganar el Scudetto?

Estoy convencidísimo. Conozco el fútbol del míster, ha construido el equipo paso a paso y juegan maravillosamente. No es fácil ganar la Europa League y deseo que ganen también el Scudetto, pero, si no es este año, será en los próximos dos o tres. Seguirán luchando.

Vivió momentos extraordinarios allí. El póker con el Valencia, quizás, fue el mejor.

La pena fue que tras aquel partido todo se paró. Era el mejor momento de mi carrera, pero la vida es así y no me reprocho nada. Todos sufrimos en aquel año y no volvería atrás. Pasó lo que tenía que pasar y puedo decir con serenidad que lo di todo. Aún guardo el balón de aquella noche.

Ilicic marca de penalti en un Mestalla vacío en los albores de la pandemia.-AFP

¿Sin la COVID habría aguantado más en la élite?

Empezaba a sentir algo distinto dentro de mí. Ya no aguantaba. Si no estás bien mentalmente, no aguantas físicamente. Y si no puedo darlo todo, prefiero dar un paso atrás. No aceptaba estar en el banquillo y el fútbol no es solo dinero. Si no, habría ido a China o Arabia Saudí. El fútbol es amor. Desde que empecé a andar, el balón siempre estuvo conmigo.

Aunque antes de la definitiva, volvió a casa en 2020.

Tras un mes parado con el confinamiento, le pedí al club marcharme. Estaba sufriendo demasiado sin mi familia. Llegado allí, me di cuenta de que era lo que necesitaba y que aquel fútbol ya no era para mí. Jugando cada tres días siempre estás viajando, no tienes vida privada y no podía aceptar que mi familia me viera sufriendo. Volví a sentirme ‘niño’, a ser feliz.

Aun así, antes de volver definitivamente en 2022, tuvo grandes noches. Como aquellos octavos de Champions de 2021...

El primer recuerdo que se me viene es que entré como suplente... y volví a salir (ríe). Nos quedamos con diez. Y me peleé un poco con el míster (ríe). Al fin y al cabo, yo era un jugador para tener el balón... Jugando con diez, yo sufría más. Luego, se me quedó grabada una sensación. En algunos momentos del partido sentía que éramos mucho más fuertes que el Madrid. Y obviamente no era así. Juegas ante el club más fuerte de todos los tiempos, el más importante del mundo, solo necesitan un milímetro para cambiar el partido. Y te preguntas cómo es posible que un equipo tan fuerte sufra tanto, pero al final gane siempre. Entiendes la razón cuando juegas contra ellos. Llevar esa camiseta debe ser único: nunca escuché a un futbolista querer marcharse del Madrid. Dicho esto, ojalá el martes sufran todavía más. Y pierdan.

“Te preguntas cómo es posible que un equipo tan fuerte como el Madrid sufra tanto, pero al final gane siempre. Entiendes la razón cuando juegas contra ellos”

Josip Ilicic

¿Cómo preparó Gasperini aquel partido?

Nosotros teníamos nuestro juego, que no cambiaba nunca. El objetivo era ir a buscar el balón. El míster siempre explicaba que hay dos caminos. El primero, quedarnos atrás y esperar que el rival falle un pase para luego, quizás, poder atacar. Así, como mucho, quedas undécimo. Pero si queríamos pasarlo bien, marcar goles y ganar, debíamos salir a pelear, a hacer sufrir al rival, a recuperar el balón. Y luego, con calidad, buscar el gol. El equipo siempre tuvo calidad arriba. Muriel, el Papu Gómez, Zapata y yo podíamos jugar con los ojos cerrados. Jugar contra el Madrid era un sueño, hace menos de diez años el Atalanta luchaba para evitar el descenso. Si ese partido nos hubiera caído con algo más de experiencia internacional, igual hubiésemos tenido alguna opción más.

¿Hubo algún rival blanco que le impresionase en particular?

Tenían a Ramos, Modric y Kroos que no te dejan ver el balón aunque les presiones, Vinicius iba siempre a 2.000 por hora, Benzema que era Benzema... A mí ya me habían impresionado en un amistoso con la Fiore, cuando todavía estaban Di María y Cristiano. Ya noté allí que cada jugador del Madrid tenía cualidades extraordinarias. Si no, no llega a jugar allí.

¿Cree que el Atalanta puede ganar a los blancos?

Veo al Madrid en apuros, pero igual en uno o dos partidos lo cambia todo. Ya ha pasado otras veces, donde la gente decía que estaban acabados y luego terminan ganando todo. El Atalanta lo está haciendo bien, pero para ganar al Madrid debe dar algo más, llegar al 110%.

“El Atalanta lo está haciendo bien, pero para ganar al Madrid debe dar algo más, llegar al 110%”

Josip Ilicic

¿Qué diferencia hay entre su Atalanta y la actual?

Hay jugadores algo distintos, pero más o menos los principios siempre son iguales. Hay que ir a morder a la mitad de campo rival, eso no cambia nunca. Con Gasperini o sabes hacer esto, o no juegas. Ha pasado con jugadores que llegaron y no sabían hacer ese trabajo y se tuvieron que marchar. El fútbol del Atalanta es único, le gusta a todo el mundo porque crea emoción, partidos divertidos. Es lo que le falta al fútbol de hoy.

¿Qué significó Gasperini para usted?

(Sonríe) Me cambió como jugador. En Florencia estaba acostumbrado a tocar el balón, jugando un fútbol español, ya que había muchos en el equipo viola. Sin embargo, creábamos poco. Gasperini me explicó que no le importaba tocar el balón y que me habían fichado para marcar goles y dar asistencias. Me tuve que acostumbrar a su fútbol, pero luego lo disfruté. Siempre sentía que creaba peligro.

¿Siente orgullo de haber sido parte fundamental del crecimiento de este Atalanta?

Sí, y no se olvida. Los que estuvimos en el comienzo del periplo lo llevamos en el corazón, aún recuerdo las lágrimas en los primeros partidos europeos. Trabajamos muchísimo, Gasperini nos hizo superar nuestros límites, no te dejaba un centímetro libre. Igual ganabas tres o cuatro partidos seguidos, el equipo sentía algo de relajación, él lo notaba y echaba a todos del entrenamiento. Pero era justo: si quieres jugar aquel fútbol, no puedes relajarte. Ocurría que no ganábamos durante cinco o seis partidos porque no estábamos al 100%.

“Gasperini nos hizo superar nuestros límites, no te dejaba un centímetro libre. Igual ganabas tres o cuatro partidos seguidos, el equipo sentía algo de relajación, él lo notaba y echaba a todos del entrenamiento”

Josip Ilicic

Hablando de 100%, el de Mbappé en Madrid todavía no se ha visto.

Creo que hay un error de fondo. En el rol de Mbappé hay un jugador que acarició el Balón de Oro. Y lo han tenido que adaptar como delantero centro. Y yo no lo veo bien ahí. Se nota que busca siempre abrirse donde está Vini. Y sinceramente me lo esperaba. Está sufriendo mucho como punta, tiene menos espacio y poco apoyo para liberarse. A esto súmale presión y expectativas enormes. La gente imaginaba verle hacer lo que hizo Cristiano y eso es imposible. Messi y él eran de otro planeta. En Francia, además, igual se sentía más defendido. En Madrid la exigencia es máxima. En cuanto no marques goles, no vales nada.

Usted habría fichado a un nueve en su lugar.

Es que al Madrid le falta una referencia arriba, un Benzema, que sepa jugar también de espaldas a la portería, algo en lo que Mbappé sufre mucho. Ojalá sufra también en Bérgamo...

“En el rol de Mbappé hay un jugador que acarició el Balón de Oro; la gente imaginaba verle hacer lo que hizo Cristiano y eso es imposible. Messi y él eran de otro planeta”

Josip Ilicic

Antes de despedirnos, no podemos no preguntarle por Joaquín, su compañero en la Fiorentina.

(Ríe) ¡Un personaje! Es el mejor jugador que he visto... y el más simpático. Te hace reír todos los días. Si llegabas triste a la ciudad deportiva, le mirabas y se te pasaba. ¡Y nunca vi a un jugador tan bueno en el uno contra uno! Lo juro, y vi muchos. En un amistoso contra el Barça vino Jordi Alba: ‘Por favor, somos amigos, para o vete a otro lado que me haces quedar fatal’ (ríe) Y pasó con otros equipos. Su único problema era que marcaba pocos goles y no producía tantas asistencias. Pero era un espectáculo.

Ilicic, en su etapa en la Fiorentina.Maurizio Degl' InnocentiAP

En España se hizo viral su entrevista en ‘italiano’.

Es que eso no es nada (ríe a carcajadas). Nos lo pasábamos genial. Luego llegó un momento en el que la Fiore decidió venderle y ya no entrenaba con el resto del grupo. Y un día el míster, por las lesiones, le invitó a regresar en una sesión. Él, que llevaba dos o tres semanas sin trabajar con todos, se regateó a todo el equipo. Y lo hizo con la sonrisa, tan tranquilo. A partir de aquel día, ya no dejó de jugar. Era alucinante, un jugador para el Madrid, en mi opinión. Cuando pudo ser, ellos preferían fichar a extranjeros y él firmó por el Valencia. Pero creo que soñaba con ponerse esa camiseta. Aunque, obviamente, el club de sus amores siempre fue el Betis. No sé cuántas veces me dijo de ir a jugar allí (ríe).

“Joaquín era alucinante. Era jugador para el Madrid, creo que soñaba con ponerse esa camiseta”

Josip Ilicic

¿Cuánto fútbol le queda antes de retirarse?

Hasta que el cuerpo aguante, la cabeza ahora está lista. No pienso en retirarme, todavía estoy bien. Siento que todavía marco la diferencia, espero no tener lesiones y prepararme bien. Luego, será lo que Dios quiera.

Y en el futuro, ¿se ve como entrenador?

No, sería complicado transmitir mi idea de fútbol a los jugadores. De momento no lo veo, luego nunca se sabe. Igual, podría ser directivo u ojeador. El fútbol está evolucionando, debo aprender. Veremos.

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