YOUTH LEAGUE | UNION BERLIN - REAL MADRID
Iker ‘Bellingham’ en Berlín
El Madrid supera al Union y pasa a octavos de la Youth. Iker Bravo, doblete y celebración ‘made in Jude’. Récord de asistencia en fase de grupos de la Youth League.
No lo vivirá Ancelotti. Tampoco Bellingham o Rodrygo. Pero sí Arbeloa y sus chicos. An der Alten Försterei, en estado puro. “En la antigua casa del guarda forestal” se vivió un récord. El Real Madrid se clasificó para octavos. Necesitaba replicar el resultado del Braga y no especuló. Ganó, con Iker Bravo de cerrajero. Esquiva (el Braga empató en Nápoles cuando necesitaba ganar de más de ocho goles para recuperar el goal average) el peligroso playoff ante un campeón. Y lo hizo en un día histórico. En Köpenick y en la UEFA Youth League. 20.744 personas. Miles de niños con sus profesores. Decretaron este martes como ‘día festivo’. Hasta ahora, el Depor tenía el récord en fase de grupos con 20.115. En la 2021-22, Riazor fue un hervidero contra el Dinamo de Kiev. Ahora, es de la fortaleza unioner, con el Real Madrid como testigo.
Un partido de palomitas, antes y durante. A los dos minutos ya había filtrado un balón Manuel Ángel que Iker Bravo casi enjaula y en el 4′, cántaro roto. Fue Yusi en esta ocasión el facilitador e Iker ahora sí ejecutó. Un chut pegado al palo. Stein no acertó a despejar y el 9 se fue directo a abrazar a Arbeloa. La sorpresa del resto de los 45 minutos es que el trabajador que opera el marcador manual no tuviera que cambiar más tablillas. Porque el Union, al contrario que el Nápoles, no fue una comparsa.
Los de Grote, que dirigió a los mayores ante el Ausburgo mientras se articulaba la transición Fischer-Bjelica, esperaban pero salían con brío. Álvaro González (16 años, apunten su nombre) voló ante Fiedrich, primero, y Kemlein después. Iker Bravo se equivocó en la entrega y el 6, estrella unioner que jugó unos minutos en el Bernabéu en Champions, se encontró con un Álvaro imperial. Aunque los de Arbeloa también merecieron mayor botín goleador. César Palacios y Manuel Ángel bailaban en zona de construcción . El segundo acarició el 2-0 en un mano a mano. Pero Stein, esta vez sí, se hizo grande. Se reclamó un posible penalti el soriano y Hugo de Llanos, un todocampista disfrazado de pichichi del Juvenil, erró un cabezazo franco a un palmo del portero. Demasiado centrado y al muñeco.
Fin de fiesta
Y nada cambió de vuelta al ruedo. Manu Serrano se hacía un lío en el despeje y Asanji se encontró con Álvaro (insisto, apúntenlo). Y en el rechace, Manuel Ángel se puso la capa de los milagros y, bajo palos, sacó el chut de Kramer bajo la línea. Lo siguiente, Iker Bravo caracoleando en el área visitante. Lo siguiente, Manuel Ángel haciendo bicicletas y pidiendo un penalti que el colegiado entendió como piscinazo. La repetición dio la razón al capitán blanco. Era sólo el 49′. Mereció la pena el día sin clases en Köpenick. Hugo de Llanos volvía a rozar el gol, pero sería Iker Bravo el que volvía a acaparar los focos. Por su tanto, el segundo, con una estupenda volea a servicio sensacional de Fortea. Y por la celebración. Brazos abiertos, mirada a la grada. ‘Made in Bellingham’. Y como le ha ocurrido al inglés, fuera de casa gustan menos esos festejos...
El de Sant Cugat regresaba a Alemania. Con el Leverkusen llegó a debutar en Bundesliga, se encontró como en casa y confirma el estado de forma ascendente con el que suspira por reconquistar su puesto en el Castilla. Sentenciado el duelo, Álvaro apareció una vez más con otra palomita, Hugo de Llanos y Palacios a punto estuvieron de apuntarse a la fiesta y las banderas en An der Alten Försterei no dejaron de ondear. El Real Madrid se clasificó a octavos casi sin tener que mirar al Nápoles-Braga. Porque la victoria lusa por ocho o más goles en Italia se presumía milagrosa... Iker Bravo fue ‘Bellingham’ en un día histórico en Köpenick.
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