Fichajes inesperados

Courtois y Militao se alistan a la batalla. Al choque de transatlánticos con el Bayern. Encaran las rectas finales de sus recuperaciones y presentan candidaturas a jugar. A ser titulares. Más peso tiene la papeleta del central: Ancelotti sopesa ponerlo de inicio este martes, aunque parte ligeramente por detrás de Nacho y Tchouameni. Y especialmente ilusionante es el caso del portero, cuyos guantes ya asoman al final del túnel. Está completamente descartado para la ida, pero tiene opciones de ser el titular en la vuelta. Ambos ejercen de fichajes inesperados en el momento cumbre de la temporada. Están de vuelta.

Éder viene de vivir su ensayo general: San Sebastián. Ha estado 258 días sin ser titular, desde aquella noche de agosto en San Mamés, cuando que se rompió el cruzado de la rodilla izquierda. Ocho meses y 14 días de ausencia. Pero ante la Real, volvió a un once. “¡Por mí, he estado bien! (Ríe) Dentro de lo esperado. Pensaba que me iba a cansar más por estar tanto tiempo fuera, pero la ayuda del equipo ha hecho que sea genial”, bromeaba en zona mixta. Se le vio muy bien a nivel de toque y confianza, pero fue latente que necesita varios partidos más para recuperar el ritmo competitivo. Rodaje.

Dudas con Militao

Y eso es lo que provoca dudas en el cuerpo técnico: que ser titular en la ida pueda ser precipitado. En cualquier caso, para el partido de vuelta tiene muchísimas opciones de salir de inicio. En la carrera de Múnich hay dos nombres que parten por delante: Nacho y Tchouameni. En ese orden. El buen hacer del capitán en sus últimas actuaciones le ha reforzado, pero el extra de altura y fortaleza física que ofrece el francés abre un debate: ‘¿Quién tiene mejores condiciones para frenar a Kane?’. En caso de que Carletto descarte a Militao, el puesto estará entre ellos. El brasileño apuntaría a jugar contra el Cádiz y encadenar con la vuelta.

Courtois... ¿Para la vuelta?

El caso de Courtois es más delicado. No juega un partido de fútbol desde hace 269 días (ante la Juventus, en pretemporada) y uno oficial desde 316 (Bélgica-Austria, de clasificación a la Eurocopa, en junio). Van ocho meses fuera, un infierno de dos lesiones que ya está cerca de apagarse. Porque de su rotura de cruzado (rodilla izquierda) ya no hay dudas y de su menisco (pierna derecha), casi ninguna. Lleva varias semanas haciendo ejercicios exigentes, compaginando trabajos individuales con grupales y testando las zonas con buenos resultados. Las sensaciones son espectaculares y hoy ha completado la parte importante del entrenamiento.

Tanto, que se postula como candidato a jugar este sábado ante el Cádiz. Pero no tiene ninguna posibilidad de ser el portero de Múnich (pasar de cero a eso, de golpe, es precipitado). Lo que no se descarta dentro del club es que frente al Cádiz transmita muy buenas sensaciones y pueda repetir cuatro días después en el partido de vuelta de la Champions. Improbable, pero que no esté descartado ya dice mucho. Significa tanto. Thibaut viajará a Múnich –como Alaba– para estar con sus compañeros y ambiciona con formar de la partida, una semana después, en el Bernabéu. Ambos, independientemente de estas dos semanas, cogen temperatura para la recta final de curso y, por tanto, para una hipotética final de Champions.