Europa es el martirio de Xavi
Al contrario que en la Liga, donde ha ganado 58 partidos de los 85 que ha dirigido (68,2%), en Europa sólo ha ganado el 36,3% de los 22 choques que ha entrenado.
Aunque seguramente el detonante de la apresurada decisión de anticipar su marcha ha tenido que ver con la Liga, donde el Madrid se le alejó antes de tiempo; o con los KO en San Mamés (Copa del Rey) y Riad (Supercopa), el gran martirio de Xavi desde que es entrenador del Barça está en Europa, donde sólo ha ganado el 36,3% de partidos que ha dirigido.
La cifra choca mucho con la regularidad que ha demostrado en la Liga. Con Xavi como entrenador, el Barça ha ganado 58 partidos de los 85 que ha jugado (68,2%) en el torneo doméstico. De hecho, sólo ha perdido 14, poco más de un 12%. A su llegada, el equipo pasó de ser noveno a segunda en una gran segunda vuelta gracias a la llegada de fichajes (Ferran, Alves, Adama y Aubameyang). La segunda temporada fue la del título, en la que mostró una regularidad espectacular y, de no ser por abandonarse a final de curso, cuando ya era campeón, habría firmado incluso números mejores. Esta temporada, pese a ser la peor, ha ganado 16 partidos de 25, un decente 64%.
Sin embargo, sus números se radicalizan para mal en los torneos continentales. Xavi se estrenó en Europa, en noviembre de 2021, con un empate a cero contra el Benfica en el Camp Nou. Una victoria clasificaba para octavos a los azulgrana que, sin embargo, se mostraron incapaces. Aun así, tenían la oportunidad de meterse en la siguiente fase si ganaban en Múnich. A puerta cerrada en el Allianz Arena, con los últimos coletazos de la pandemia, el Bayern pasó por encima del Barça. “Hoy he visto una realidad muy dura; no estamos para competir con el Bayern”, dijo después del partido Xavi, como pidiendo tiempo a la afición. En la Europa League, después de una buena eliminatoria contra el Nápoles (2-4 en el Diego Maradona), el Barça sufrió contra el Galatasaray y fue humillado futbolística y socialmente por el Eintracht de Frankfurt (2-3).
La temporada pasada, el Barça no tuvo fuerzas en el grupo de la muerte. Las derrotas de Múnich (2-0) y Milán (1-0), con arbitrajes polémicos, le condicionaron mucho. Luego, estuvo horrible en la segunda parte del partido del Camp Nou ante el equipo de Simone Inzaghi y ahí perdió todas sus opciones. En la Europa League (playoff de acceso para ser más exacto), el Barça cayó ante el United en Old Trafford, en un partido en el que no pudo contar con Pedri ni Gavi en el centro del campo. Esta temporada empezó bien, con victorias ante el Amberes, Oporto y Shakthar, pero luego obtuvo resultados inaceptables ante los ucranianos en Hamburgo; y también en Bélgica.
En total, y desde que es su entrenador, Xavi ha dirigido al Barça 22 veces en Europa con un balance de ocho victorias, seis empates y ocho derrotas. Esto es, sólo un 36,3% de triunfos. La cifra sube un poco en la Champions, donde ha ganado un 46% de los partidos, pero donde también acumula un altísimo 38% de derrotas. En Nápoles, donde seguramente ha dirigido su mejor partido en Europa, espera que cambie la suerte.