CHAMPIONS (1/4, IDA) | R. MADRID 3 - M. CITY 3
Empatando se aprende a ganar
El Madrid puede rescatar muchos detalles de la ida para perfilar el asalto al Etihad en la vuelta: Rodrygo por la izquierda, Rüdiger como ‘anti-Haaland’...
“Si competimos así para vuelta, puede pasar algo bueno”. Lo tiene claro Ancelotti y así se lo transmitirá esta semana a sus chicos. El vaso se llenó y vació en el Bernabéu con el frenesí de los vaivenes del luminoso, pero los blancos pueden rescatar muchos detalles positivos para conquistar el City of Manchester. El empate de la ida tuvo de todo y terminó con unas tablas justas. “Tuvimos la oportunidad del 3-1, pero con 2-3 puedes perder si no tienes la confianza de poder remontar...”. Ese fue el resumen de Carletto. Un duelo para rascar enseñanzas que tracen el camino hacia semifinales. Quedan siete días para el asalto al Etihad y el Madrid llega con los colmillos afilados. Empatando también se aprende a ganar.
Rodrygo como Vinicius; Vinicius como Benzema
El mayor éxito de Ancelotti fue encontrar borrones a la pizarra de Guardiola. Una batalla táctica en la que triunfó ubicación de la pareja brasileña del Madrid. El de Reggiolo identificó un océano espacial a la espalda citizen y colocó a Rodrygo en la izquierda y Vinicius centrado. El primero fue el segundo y el segundo fue Benzema. Con dos asistencias, Vini habilitó a Rodry en el 2-1 y sirvió el 3-3 al zapatazo de Valverde. El 7 hizo de nueve y brilló como facilitador, a lo Karim. Sólo le faltó tino de cara a puerta, pero tuvo casi todo lo demás (esquivó incluso una amarilla que le hubiera dejado sin vuelta). Mientras que el 11 hizo un encuentro donde demostró por qué el zurdo es su perfil bueno. “Buscaba la buena racha que tiene Rodrygo, lo que hizo contra el Athletic”, explicó Ancelotti. Aunque el Rayo pudo aumentar su cuenta cierra sus últimos tres partidos con cuatro goles. Y mantiene su toque maestro ante el City. En la vuelta, la varita será más necesaria que nunca.
Rüdiger, el artificiero
Sólo los suplentes participaron menos que Haaland (y no todos: Modric, 30). Hasta Lunin, que tocó el balón en 33 ocasiones, u Ortega, 51, superaron las 20 de Erling. El cyborg volvió a ser desactivado ante el Madrid. Algo que, curiosamente, no es noticia. Tercer encuentro ante los blancos, tercer rosco. ¿El gran ‘culpable? Rüdiger repitió la receta de la temporada pasada y empequeñeció al gigante. El muro de Berlín no tuvo apenas rendijas y, contrariamente al curso pasado, no se perderá la vuelta del Etihad. Ancelotti tiene en Rambo un artificiero que disfruta en este tipo de batallas. Apenas una ocasión, en el tramo inicial, desbaratada por Lunin. Punto y final para el citizen. Cortesía de Rüdiger, de nuevo krpyonita del noruego.
Centro del campo con mucho pulmón... y Modric
Valverde cerró el encuentro y Camavinga, aunque con ayuda de Rúben Dias, lo abrió para el Madrid. El 3-3 y el 1-1, obra de dos centrocampistas cuyo fútbol relució más allá de esos goles. Con Kroos como cierre, el uruguayo y el francés, con la ayuda de Bellingham, cerraron los pasillos centrales a un City que sólo encontró espacios desde la distancia (los tres tantos, desde fuera del área). Cuando Bernardo, Grealish o Foden orquestaron peligro fue a través de recepciones exteriores, buscando trazar diagonales. El de Cabinda recuperó seis balones, por los cinco del charrúa. Kroos lideró con siete y Bellingham también sesgó seis. Un cuadrado que logró destruir durante muchos tramos el ideario táctico del centro del campo citizen. Y cuando faltó un poco de aire, Modric insufló una vida extra con unos excelentes minutos finales. La sala de máquinas blanca dominó, con pulmones casi eternos, a la skyblue. Ancelotti repetirá receta en el Etihad.
Bellingham, con sangre en el ojo
Y entre tanto input positivo, uno negativo. Aunque puede servir como llave para abrir el triunfo en Mánchester. Bellingham completó un partido completo en lo defensivo, pero ofuscado en campo contrario. Algo perfilado a la banda derecha para potenciar las virtudes de Rodrygo y Vinicius, Jude estuvo gris en tierra hostil. Cuando antes abrazaba a la grada, su disparo se marcha ahora demasiado cruzado, como en una ocasión que pudo ser el 4-3. De sus 20 goles esta temporada, sólo tres han llegado en 2024. Ancelotti argumenta que “le falta frescura”. Lo verbalizó tras el Athletic y también tras la ida ante el City, aunque le disculpa (“el trabajo que ha hecho es muy bueno”). Para la vuelta, el de Stourbridge llega con sangre en el ojo. Con un Bellingham terrenal, el Madrid tuvo el triunfo. Si se acerca a su versión más habitual...