El mejor Courtois es una mala noticia... para el Madrid
Tibu evitó un mal mayor en Anfield. Con ocho paradas, casi replica su noche milagrosa de París. Y lleva 20, como Rulli, en la cima de la Champions.
Los milagros no son infinitos. Ni siquiera los de Courtois. Santificado a base de paradas. Hasta ocho hizo en Liverpool. De todo credo y condición. Varias rozando el imposible. Como un mano a mano ante Szoboszlai que solo él entendió como factible. “Era un dos contra uno y venía solo. Ahí, si te quedas en la portería, es casi un penalti. Así que quise arriesgarme, salir. Y como mido dos metros, tengo brazos largos... me lancé con todo. Y bueno, no es una parada muy del manual de un portero, pero sirve también“. Y sirvió, pero no fue suficiente. Porque Courtois caminó solo.
Solo Mac Allister le encontró las cosquillas. A él, que no al Madrid. Que sufrió, y mucho. Tanto que el resultado fue amable. No lo dicen las sensaciones, que también, sino la estadística: 2,6 expected goals de los reds, 0,45 de los blancos. Mamardashvili tuvo que sacar apenas dos. Una a Bellingham, la más clara; y otra a Güler, que chutó centrado. Mientras que el Liverpool remató 17 veces y nueve de ellas a portería. Las ocho que detuvo el gigante de Bree y el gol. Se quedó a una de las nueve de París. Pero no fue Saint Denis. That was Anfield.
Mucho trabajo. Y esa es la peor de las noticias para Xabi. La mejora defensiva del equipo es palpable, una realidad. Como también lo es que sigue siendo un Madrid imperfecto. Por mucho que Tibu se empeñe el limar todas las aristas posibles. Y al tolosarra, lógicamente, le preocupa. Con especial foco en el balón parado: “Es la parte en la que más hemos concedido y les hemos dado esas oportunidades. Son evitables. Nos han hundido mucho, porque hemos concedido demasiadas faltas“. Y muchas las remataron. Demasiadas. También los córneres. Van Dijk, Ekitiké... Superados tanto Militao como Huijsen. El Madrid llegó hasta donde llegó Courtois. Eso es un mayday en toda regla.
De 3 tiros por gol a 10...
Especialmente en Champions. Donde todo habían sido victorias. Todo alegrías. Pero con sustos. Véase la goleada de Almaty, que comenzó con un paradón en los primeros segundos. O el milagro ante Vlahovic en el triunfo contra la Juve (“Técnicamente ha sido muy perfecta”, explicó). Dos victorias que comenzaron por él. Como tantas otras. Un Courtois pluriempleado. Los cimientos del proyecto de Xabi. Un Courtois que es el guardameta, junto a Rulli (un partido menos), con más paradas de la competición: 20. Y apenas ha recibido dos goles. El de Mac Allister y el de Weah (2-1 al Marsella).
La buena nueva en Chamartín es que este estado de forma no es la aguja, sino el pajar. En la máxima competición continental, Tibu obliga al rival a chutar 10 veces para tumbarle. Más que nadie, entre todos los porteros que han recibido al menos 8 disparos. El curso pasado, donde también fue el portero con más paradas (52, por las 51 de Sommer), recibía gol cada 2,9 chuts. Ahora necesitan siete más. Una locura. Y, a la vez, un problema. Porque jugar con fuego es peligroso. Y en Anfield, el Madrid se quemó.
En Liga, ídem
En Liga, ídem. En la retina del Bernabéu, su espectacular parada en el mano con Oluwaseyi. O la de Kamara contra el Getafe. La más difícil todavía, porque no había intervenido. Nada, hasta que tuvo que hacerlo. En el 95:40′. Con 0-1 en el marcador y contra nueve, el Madrid se relajó. Pero él no. Nunca lo hace. Y a bocajarro salvó dos puntos. Los goles ganan partidos, las paradas también. Pero Xabi debe (y quiere) hacer menos uso de ese comodín. El mejor Tibu es una buena noticia, de las mejores. Pero menos Courtois será más, mucho más, para el Madrid.
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