CHAMPIONS (FINAL) | B. DORTMUND - R. MADRID

El Madrid y la teoría del miedo que acecha al Borussia Dortmund

El Real Madrid es el equipo que más goles (25) ha anotado en la Champions por gentileza del error del portero rival. Ahora esta realidad acecha a Kobel, el mejor portero de la Champions.

OSCAR DEL POZOAFP

Volvió a ocurrir en el minuto 87 de la vuelta de las semifinales de la Champions League que disputaban Real Madrid y Bayern de Múnich en el Santiago Bernabéu. Vinicius, desde la frontal del área, pone a prueba a Neuer con un disparo mordido que bota y el alemán bloca sin problemas. O, al menos, aparentemente, ya que el balón resbala entre sus guantes para servir el empate en bandeja de plata a Joselu en el área pequeña y comenzar a ponerle la capa de superhéroe de otra remontada milagrosa. Esta, también, con el telón de fondo de la inexplicable mística madridista con su competición fetiche. No fue Kane la maldición del Bayern, sino el menos esperado, Manuel Neuer.

Hasta ese momento, el portero alemán (38 años), con varios másteres en estos lares, era el MVP del partido, manteniendo con vida a su equipo y desquiciando a Vinicius y Rodrygo con hasta cinco intervenciones de mérito. Dos de ellas, consecutivas, soberbias. “Es trágico, pero cero reproches”, dijo el director deportivo del club, Max Eberl. Como Thomas Tuchel, también disculpando a su portero: “De 10.000 veces, Manu ataja el balón 10.000. Esta fue la 10.001. Está descartado que cometa un error. Y lo comete precisamente hoy después de un partido de clase mundial”. Al igual que el propio Neuer, que, como Pep Guardiola en los cuartos de final, aludió al estado del césped: “Tengo que decir que esperaba el balón de otra manera, más hacia mi pecho. Se fue un poco más arriba y no esperaba que hubiera una pequeña ‘topera’ en el césped. Es muy amargo caer eliminados de esta manera con un 0-1 hasta el minuto 85 de partido”.

“De 10.000 veces, Manu (Neuer) ataja el balón 10.000. Esta fue la 10.001″

Thomas Tuchel, entrenador del Bayern de Múnich.

Otra vez salvados ‘in extremis’, otra vez impulsados por el error del portero rival tras crear la duda donde no la hay. El Madrid regresó dos años después a una final de la Champions con un gol apurando el epílogo pero, como tantas otras veces, con el fallo del guardameta rival como punto de inflexión. La letra pequeña de su historia. Desde que Opta, proveedor de estadísticas deportivas, estrenó su base de datos (2007/2008), el conjunto blanco es el equipo que más goles ha marcado en la máxima competición continental tras errores manifiestos del portero rival (25). ¿Embrujo, suerte? ¿Simple casualidad o causalidad? ¿Existe alguna explicación factible?

La profecía autocumplida

Junto a Neuer, Alisson Becker, Édouard Mendy, Gianluigi Donnarumma, André Onana o Loris Karius (dos veces) son algunos de los que han sido carne de fallo ante los blancos. Algunos de ellos, poco habituales en porteros de élite. Pero detrás se esconde una explicación emocional y deportiva. “Tiene esa solera en Europa que, cuando los equipos se enfrentan a él, no pueden negar que hay una presión añadida”, explica Marcos Abad, entrenador de porteros del West Bromwich Albion con experiencia en el Elche o el Leeds United. Su compañero de oficio, Emilio Álvarez (Valencia, Atlético de Madrid, categorías inferiores del Madrid o Manchester United), habla de una especie de “vectores intangibles” que “aumentan la responsabilidad y tensión con la que afrontar el partido”. Entre ellos se podría mencionar la proyección universal de los blancos.

Listado de porteros que han cometido errores que han costado gol ante el Real Madrid en la Champions League desde la temporada 2007/08.

“Creo que es el único club del mundo que tiene esa aura, ese embriagador aroma y ADN campeón que se propaga por todos los rincones”, continúa reflexionando Abad. Para Esteban Suárez, exguardameta de Sevilla, Celta, Almería o Atlético de Madrid, en cambio, no cree que haya una explicación lógica. Aunque sí alude a que la acumulación de errores puede afectar al rival. “El propio equipo, no solo el portero, que juega contra el Madrid empieza a pensar ‘¿y si vuelve a pasar? ¿y si vuelve a remontar?’ El equipo sufre más, se mete más atrás. Y acaba pasando”, detalla. “Vi en directo al PSG y jugadores como Neymar, Messi o Mbappé se hicieron pequeños. No solo Donnarumma, ellos también”, explica sobre la remontada blanca en el Bernabéu en 2022.

Oliver Kahn, ex director general del Bayern entre 2021 y 2023 y que asistió al partido como invitado de honor del Real Madrid en el palco, comparó el error de Manuel Neuer con el suyo propio en la final del Mundial de 2002, donde Alemania cayó 0-2 ante Brasil con dos goles de Ronaldo. Kahn reflexionó sobre el paralelismo: “En 2002 aún teníamos tiempo por delante. Por desgracia, Manuel cometió un error en el minuto 88. Antes de eso hizo grandes paradas. Eso forma parte de la brutal vida del portero”, concreta una de las mayores leyendas del Bayern.

Pero también hay una explicación psicológica. María Eugenia Ventura, psicóloga y coach deportiva, alude al concepto de profecía autocumplida. Una predicción o expectativa sobre un evento futuro que, al ser creída por una persona o grupo, influye en su comportamiento de tal manera que transforma la predicción en realidad. “Si algún jugador del Bayern creyera tras el gol encajado ‘podemos perder’, ‘es el Real Madrid’ o ‘lo van a hacer otra vez’, esa creencia puede llevarlos a sentirse ansiosos y poco seguros de sí mismos durante el resto del partido, lo que podría afectar negativamente en su desempeño y hacer que realmente fracasen. En este caso, se convierte en realidad”, afirma.

Raúl aprovecha una indecisión de Dida, que no ataja el balón, y empata el partido (1-1) en la victoria final (2-3) del Milan en el Santiago Bernabéu en octubre de 2009.

Una leyenda de innumerables capítulos

El Madrid es el equipo que más goles ha marcado en Champions después de errores del portero rival, pero también lidera esta lista con amplia diferencia respecto a los siguientes: le siguen Manchester United, Barcelona y Liverpool con doce. PSG y Bayern, once tantos. Además, 14 de esas 25 dianas madridistas han sido en eliminatorias. Pero, la secuencia fallo-gol no se limita al Santiago Bernabéu: el 48% de estos tantos se marcaron con el conjunto blanco jugando de visitante. De las últimas siete, solo en tres han sido como local. También lo cree así Dani Carvajal, que puede igualar a Gento con seis Champions: “Imprimimos miedo, creamos terror en nuestros rivales”. Que el Madrid sea parte de la competición por historia y bagaje influye en el ambiente.

Así, el esoterismo del Bernabéu en las noches de Champions no sería el único posible factor. La huella contextual de los recientes milagros europeos blancos, explica Álvarez, se traduce en presión o pensamientos negativos sobre la factibilidad de que vuelva a repetirse. “El componente físico, técnico y táctico se pueden entrenar, pero enfrentarse al Madrid sí que te lleva a un nivel psicológico de presión altísimo. Los entrenadores nos empeñamos en nuestro trabajo en reducir al máximo ese factor, vamos a llamarlo suerte, pero al final cuando aflora el talento es inesperado y lo convierte en ese deporte tan bonito que hace que todo cambie”, concluye.

La ruta de la ‘Decimocuarta’, en el que el Madrid mezcló fútbol y magia como nunca con tres gestas frente a PSG, Chelsea y Manchester City, refuerza esta teoría. De hecho, en las últimas cinco ‘Orejonas’ que ha levantado el Madrid, ha habido al menos un error del guardameta rival que terminó con un tanto merengue. Un dato que se sustenta sobre otra columna: la exigencia física y técnica del equipo blanco y la voracidad competitiva que se encuentra en el ADN madridista, que multiplica exponencialmente el acoso al portero rival.

Karim Benzema aprovecha una mala entrega con el pie de Édouard Mendy para anotar a puerta vacía el 1-3 en Stamford Bridge, el pasado abril de 2022.

“En mi época, en la que estaban Cristiano Ronaldo, Benzema o Morientes… es que son insaciables”, sentencia Esteban, que se ha enfrentado varias veces al Madrid en Liga, competición en la que el club de la Castellana también es el equipo que más tantos ha anotado tras fallos del portero rival (58, seguido del Sevilla con 44). “Ellos juegan para ganar y para su ego personal. No son equipos conformistas, tienen jugadores que quieren lucirse de manera colectiva e individual”, afirma el exguardameta, que añade que “cuando estás cansado y te descuidas, es cuando ellos son voraces”. Todo ello sin mencionar la expectación previa de enfrentarse a ellos, que incrementa la presión: “La semana previa era muy distinta. Porque tenía mucha más presencia los medios de comunicación, más peticiones de entrevistas…”.

Detrás de esto se esconde un factor de juego característico del Madrid, la ‘locura organizada’. “Tiene esa variabilidad ofensiva, muy determinante en las transiciones. Y los porteros pueden definir competiciones y objetivos, que es la capacidad de dominar el espacio”, detalla Abad.

También señala la relevancia de que, en este contexto, el guardameta tome una decisión agresiva o conservadora para no facilitar la definición del atacante, lo que le “mantiene en constante tensión. Eso en el Madrid es clave, porque Rodrygo o Vinicius son jugadores que viven del espacio, y con esa velocidad es clave que el portero tenga la sangre fría y ese temperamento para no precipitarse en la acción o, por otro lado, ser más agresivos para resolver ese uno contra uno”.

“Sí que hay un nivel de alerta superior que en otro tipo de partidos”, añade Abad. Así pasó con Neuer, afectado por una decisión precipitada en el gol del empate cuando trataba de iniciar una contra rápida: “Esa pérdida le condiciona posteriormente en ese tiro que acaba siendo un blocaje con cierta dificultad porque el balón bota de forma agresiva que él no espera y que él trata de hacer una técnica que en el momento del bote, al ser agresivo, ya no es la correcta. Pero previamente a eso hay una mala ubicación corporal que es la que hace que el balón se rechace y se genere esa segunda jugada”, explica.

El Madrid enfrenta un muro

Quizá el Borussia Dortmund no fuera el mejor equipo de la competición, pero sí su portero: Gregor Kobel. Al menos, estadísticamente. Para mucho, y bien. Las 42 paradas que ha realizado en once partidos no tienen parangón, como pudo comprobar el Atlético de Madrid o el PSG. En sus hombros recae parte de la gesta del conjunto aurinegro. Kobel ha encajado solo siete goles, con un 84% de efectividad (42/50) que le convierten en el portero que más goles ha evitado, con siete, según afirman los expected goals en contra (xGA) de Opta. ¿Será presa de la teoría del miedo?

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