“El Lille saldrá sin complejos y no será fácil para el Madrid”

Hay dos entrenadores españoles en la Ligue1. El que no se rebajaría el sueldo un 50% a cambio de evitar a la prensa es Carles Martínez (Barcelona, 1984), un técnico joven que se está haciendo un nombre en el panorama europeo. Antiguo portero, empezó a rellenar su currículum en los banquillos en las canteras del Espanyol y del Barcelona. Tras un breve paso por Kuwait y Catar llegó a Toulouse como asistente de Philippe Montanier. Juntos lograron la Copa de Francia en 2023 con un contundente 5-1 al Nantes en la final. Capitán del barco desde entonces, su equipo derrotó al PSG en el Parque de los Príncipes en la despedida de Mbappé de su casa durante siete años y al Liverpool de Klopp en la Europa League.

Entrevista

¿Cómo se presentaría a los que no le conocen?

Creo que soy un tío muy normal y un apasionado del deporte. Desde pequeño me encantaba todo lo relacionado con la preparación física y la táctica. Mi vida gira en torno a mi familia y el fútbol, aunque me gusta cualquier deporte. Intento poner la máxima energía en lo que hago y cuidar todos los detalles.

Su formación como entrenador fue en canteras de élite…

Estuve cinco años en las categorías de formación del Espanyol y cuatro en las del Barça. En La Masía fui entrenador de jugadores como Gavi, Balde, Simons, Ilaix Moriba, Fermín, Ansu Fati, Robert Navarro,..

¿Alguno de ellos tenía pinta de crack desde muy joven?

Gavi era un jugador diferente desde el primer día que pisó la Ciudad Deportiva, con 12 años. Era de esos chicos que veías que con un entorno adecuado, sin hacer disparates y con suerte con las lesiones tenía muchas posibilidades de llegar alto. Eric García era un líder como central y Balde un cañón por la banda. Ansu también tenía algo especial. En el caso de otros como Fermín o Casadó no se atisbaba tan claro, pero han dado los pasos adecuados y se han ganado a pulso su status actual.

Usted llegó al Toulouse de una forma curiosa…

Bueno, es una de tantas vías. Una empresa francesa me pidió durante la pandemia preparar un curso de formación de unas siete horas de duración. Aproveché el tiempo, quedó bien, alguien del Toulouse lo vio, empezamos a hablar y llegué aquí.

¿Quién es su referente?

Por su manera de entender el fútbol es Pep Guardiola. Es muy perfeccionista y competitivo. De todas formas, yo me considero más pasional que táctico. Asumiendo la gran importancia de la táctica, quiero que el jugador entrene muy bien, que se esfuerce al máximo en cada minuto y que responda al esfuerzo colectivo del equipo.

¿Le hizo más ilusión derrotar al PSG de Mbappé y Luis Enrique o al Liverpool de Klopp?

Los dos me hicieron muchísima ilusión, pero el del Liverpool me pareció más importante porque fue un triunfo histórico en casa y nos permitió clasificarnos como segundos de grupo en la Europa League. Ganar en el Parque de los Príncipes en la despedida de Mbappé fue algo muy relevante e hicimos un gran partido para ganar 1-3, pero el contexto era diferente porque era el final del campeonato y ellos estaban preparando el partido decisivo de la Copa. Sin embargo, dentro de 25 años en Toulouse se seguirá hablando de la épica victoria ante los ingleses.

¿La Ligue1 está notando la ausencia de Mbappé?

A nivel deportivo el PSG sigue arriba y los estadios continúan llenos. En ese sentido no demasiado, pero es evidente que la no presencia de un jugador así resta foco a nivel internacional. De todas formas, esta liga va creciendo cada vez más y creo que se infravalora un poco la Ligue1 porque es muy difícil ganar partidos en esta competición y el nivel es muy alto.

¿El cliché de ser un campeonato muy físico es justo?

Sí, pero no sólo es físico. Es cierto que hay jugadores muy atléticos con una complexión física brutal y tal vez, en líneas generales, no sea el mismo perfil que el de otras ligas como la española. Aquí se ve en los futbolistas fuerza, velocidad y potencia, pero también hay talento. Si unes todas esas facetas el resultado es más completo. En baloncesto si eres muy bueno, pero no mides dos metros lo tienes más difícil para triunfar. En el fútbol de hoy es algo parecido.

¿Mbappé acabará marcando diferencias también en LaLiga?

R. Por supuesto. La gente debe entender que cualquier persona, no ya un futbolista, que empiece en un nuevo puesto de trabajo necesita un tiempo de adaptación y no sólo de él hacia el equipo sino también al revés. Aquí Fabián lo miraba y él ya sabía que tenía que correr al espacio, pero en el Madrid estos automatismos aún no existen porque requiere tiempo. Sin estar bien ya ha marcado unos cuantos goles y acabará siendo muy protagonista.

El Lille será el próximo rival del Real Madrid primero y del Atleti después. ¿Cómo lo ve?

Estoy empezando a estudiarlos a fondo porque nos enfrentaremos a ellos en unos días, pero son el clásico equipo que puede dar un disgusto a cualquiera de los grandes si los rivales no hacen un gran partido. Empezaron con algunas dudas, pero en el último partido ya ganaron 0-3 a Le Havre, con tres goles del canadiense Jonathan David y han cogido confianza.

¿Cuál es su punto fuerte?

R. Han cambiado de entrenador. Se fue Fonseca, ha llegado un buen conocedor del fútbol francés como Bruno Génésio y los jugadores aún están captando las nuevas ideas, pero son un bloque sólido, compacto y peligroso. No se metieron en Champions por casualidad. Son capaces de cambiar muy rápido de estructura en el campo para adaptarse a las condiciones del juego en cada momento.

¿Qué partido intuye?

El Lille saldrá sin complejos y más en casa. Es un equipo que me gusta por su forma de entender la fase ofensiva. Además, en defensa también son fuertes y presionan bastante. En general son jugadores muy rápidos e inteligentes. Tienen una buena salida de balón y ocupan los espacios bastante bien. Si el termómetro del momento de forma lo suelen marcar los últimos partidos está claro que están cogiendo el ritmo, creciendo bastante y tienen muchas ganas. No será fácil para el Madrid.

¿Sobre qué jugadores habrá que poner el foco?

Zhegrova es muy peligroso. Cuando nos enfrentamos a ellos las dos veces la pasada temporada fue un jugador que me sorprendió mucho en el uno contra uno porque es muy habilidoso e incisivo. Fue uno de los jugadores que más me impresionó de la liga junto a algún otro como el joven Doué, que estaba en el Rennes y fichó por el PSG. Ojo también con Jonathan David, que es un gran goleador. Creo que terminó con 19 goles la pasada temporada y se desenvuelve muy bien en el área. En general son muy competentes.

¿La atmósfera en su estadio, el Pierre-Mauroy es muy caliente?

Hay un buen ambiente, la afición anima mucho, pero no se puede decir que sea una hinchada excesivamente agresiva. Caben unos 50.000 espectadores y suele llenarse casi siempre. No es como los campos griegos o turcos, pero hay un ambiente bonito. Además, con la llegada del Madrid, que es una ocasión histórica para ellos, y después de haber perdido en la primera jornada con el Sporting de Portugal seguro que estarán muy motivados y apretarán.

Tiene sólo 40 años ¿su objetivo en el futuro es entrenar en LaLiga?

Estoy muy contento en Toulouse, donde me han dado una oportunidad increíble y donde quiero seguir creciendo, pero es obvio que me encantaría entrenar en España, hablar mi lengua y estar dentro de un campeonato que llevo siguiendo desde pequeño. Se puede decir que es mi sueño deportivo, pero soy joven y hay tiempo para ello.

Usted ha trabajado en el Barça, ¿qué le parece el cambio de filosofía de juego con Flick?

Me encanta Flick. Lo sigo y estudio desde su etapa en el Bayern y me ha gustado siempre la presión, la colocación y verticalidad de sus equipos porque es un fútbol moderno y atractivo. Creo que en el buen inicio del Barcelona ha influido también la energía renovada de un nuevo entrenador, algo que ocurrió también cuando llegó Xavi. Una de las virtudes de Flick es que transmite muy bien su idea y ha logrado una comunión perfecta con el ADN de los jugadores del Barça y la interpretación de los espacios que él hace, que es buenísima.

¿Ancelotti es ya un icono de los banquillos?

Por supuesto, y para mí un referente. Aparte de ser un gran gestor de grupos, que se ha dicho mil veces, es buenísimo entendiendo la plantilla que tiene y adaptando el estilo del equipo a esos jugadores. Sabe encontrar la mejor estructura y el equilibrio perfecto para sacar el mayor rendimiento posible al material humano del que dispone. Me fascina esa faceta suya porque tiene un gran talento para ello y sabe variar en función de las condiciones de cada momento.

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