“El dinero no es importante para mí, crecí sin él...”

El Real Madrid está a tres días de disputar el partido más importante de la temporada. Los jugadores blancos están en el foco de Europa y también lo está Carlo Ancelotti. El técnico madridista es el artífice de la gran temporada del club. Su templanza, su trato con los jugadores, su pasado y sus experiencias son temas que trata el italiano en una entrevista que ha concedido al diario Times.

En ella se recoge a un Ancelotti en estado puro. Sencillo, sin filtros. Narra desde sus orígenes humildes de su infancia italiana hasta su trato con Florentino Pérez en la actualidad. “Sólo comíamos lo que la tierra podía producir. Queso, mucha carne de cerdo, salami, prosciutto, todos los días. Cuando crecí y escuché que la carne de cerdo no era buena para la salud pensé: ‘¡Oh, eso no es posible!”, afirma.

Ya entrando en tema deportivo, Carlo cuenta uno de los errores que tuvo en un banquillo en el pasado. “Cuando empecé, no era así, tenía un sistema que aprendí en el AC Milan de Arrigo Sacchi. Fue 4-4-2. Y por eso me negué a tener a Roberto Baggio en el Parma porque quería jugar con el número 10. Dije: ‘No, no juego con el número 10′. Era uno de los mejores jugadores del mundo en ese momento y me negué a tenerlo porque sólo quería jugar con dos delanteros. Hoy le diría: ‘Baggio, ven a Parma y arreglaremos la situación’. En lugar de eso le dije: ‘Escucha, Roberto, no hay espacio para ti’, y se fue a Bolonia. Fue un error e intenté cambiar mi idea cuando me fui a la Juventus. Tenía a Zidane y él era el número 10. ¿Debería ponerlo a la derecha o a la izquierda? Imposible. Zidane es el jugador más importante de mi equipo y tiene que ser el número 10 y yo tengo que adaptarme. A partir de ahí siempre tomé en cuenta las características de los jugadores para construir el sistema”.

El italiano afirma su cambio también de trato hacia los jugadores, la plantilla. Y cuenta una anécdota con Zidane: “Hubo un momento en la Juventus en el que Zidane llegó tarde y estábamos en el autobús esperando para irnos. Le dije al conductor: ‘No más, vámonos’, pero él tenía miedo y no se movía, y entonces Paolo Montero bajó del autobús para hablar conmigo. Le dije: ‘Vámonos y luego hablaremos’. Pero él dijo: ‘No lo entiendes. Sin Zizou no llegaremos a ninguna parte”. Entonces es cuando piensas: ‘Está bien, necesito escuchar esto’. Así que esperamos”. Y añadió. “¿Crees que te escuchan más si gritas?” él pide. “No. Cuanto más gritas, menos te escuchan”.

El Ancelotti más personal

Para Ancelotti, el fútbol es pasión. Afirma no estar obsesionado. El míster del Madrid da detalles sobre cómo lleva los nervios antes de los partidos. “El punto clave es que tengo mucha pasión, pero no estoy obsesionado. No estoy obsesionado con mi trabajo. Me gustó mucho, como jugador, como entrenador, pero no me vuelvo loco. Estoy calmado. Es extraño porque antes del partido suelo estar muy nervioso. Las dos o tres horas anteriores realmente no me siento bien. Tengo el corazón acelerado y empiezo a tener malos pensamientos, ‘Me van a marcar, ¿qué vamos a hacer?’ Y cuando estoy solo en la preparación, trato de dormir, pero no puedo hacerlo”.

“Inmediatamente cuando el árbitro hace sonar su silbato, calma. Empieza el juego por fin y ya no tengo miedo. El miedo es antes y cuando comienza: optimista. Todo irá bien. Bastante extraño. Y los latidos de mi corazón pasan de 120 a 90. Tanto si el juego va bien como si va mal, tengo el control de mí mismo. En la rueda de prensa, bajo control. Y eso es porque no estoy obsesionado”.

Un temperamento, que afirma, le viene de su progenitor. “Mi padre era así. Muy tranquilo, muy silencioso, nunca preocupado, nunca quejándose. La familia donde crecí me ayudó a tener esto, a controlar mis emociones. Mi padre era agricultor. Fueron él, mi madre, mi abuelo, mi abuela y mi hermana. Teníamos seis años y no teníamos dinero en absoluto. El dinero, para mí, no es importante porque crecimos sin él. Nunca escuché a mi padre hablar de eso, ni a mi madre. Y nunca escuché a mi padre o a mi madre faltarle el respeto a mi abuelo o a mi abuela. Había muy buen ambiente en la familia, pero también muchos problemas porque no teníamos dinero”.

Sobre la Superliga, Ancelotti es escueto pero directo. “El presidente tiene 77 años. Él no quiere que todo cambie siempre. Este es un club bien administrado. Consiguieron a Bellingham, consiguieron a Vinícius Jr, Rodrygo, Federico Valverde, todos a una edad temprana. Ahora es Endrick. Hacen estas cosas muy bien”.

Cambio de táctica

Cuando se pone a analizar tácticamente partidos, Carlo sorprende. “¿Pero qué pasa si no presionas? Entonces no están tan seguros, ahí es cuando te dan el balón. Verás, para mí no hay estilo. Nada de estilo. Mi estilo no es reconocido, porque cambio. El estilo tiene en cuenta la preparación de los jugadores. Contra el Manchester City jugamos con un bloque bajo y una defensa fuerte. Hemos jugado así esta temporada una o dos veces, no más. No jugamos así, somos más ofensivos. Pero vi eso como la forma de competir y ganar ese juego. Esta temporada perdimos a Karim Benzema, pero llegó Bellingham. Teníamos dos delanteros fantásticos, Vinícius y Rodrygo, pero juegan por las bandas. Así que empezamos a jugar contra Vinícius y Rodyrgo con Bellingham detrás, el número 10: 4-3-1-2″.

Pero algo cambió tras caer con el Atlético de Madrid. “Al principio lo hicimos muy bien, Bellingham marcó muchos goles, pero luego, en un partido contra el Atlético de Madrid, marcaron tres goles con centros porque el lado derecho no estaba cubierto. Así que cambiamos y pusimos a Bellingham para ayudar defensivamente por dentro. Nos adaptamos sin incomodar a los jugadores. Vinicius no quiere jugar por dentro, así que no le obligaré a jugar por dentro. Allí no muestra su mejor calidad, así que tengo que darle libertad. Paso mucho tiempo a la defensiva, trabajando con mi equipo, trabajando juntos. Ofensivamente doy algo de información, pero no demasiada. ¿Qué puedo decirles? Vinicius siempre estuvo fantástico en el uno contra uno, pero yo le he ayudado a ser más efectivo dentro del campo, no sólo por los lados. Es rápido, tiene mucho talento, pero tiene que vencer a dos personas desde lejos para poder disparar. Ese movimiento en el medio del campo, con un toque puede marcar un gol”.

Para terminar, Ancelotti destaca la humildad de su plantilla. “En el Borussia trabajan muy duro. No será fácil. Pero mis jugadores también trabajan duro. Y son humilde. Ser humilde es el punto clave de esta plantilla. Ganamos la liga esta temporada porque aquí no hay ego. Vinícius, sin ego. Bellingham, sin ego. Rodrygo, sin ego. Y los jugadores mayores son así. Toni Kroos, Dani Carvajal, Nacho, Luka Modric. No sé qué pasará en el futuro pero ahora no hay celos entre los jóvenes. La humildad es importante. Debes tener eso”.

“Creen que soy una especie de abuelo amable. Don Carlo, me llaman... o Maestro. Tengo que decir que realmente me gusta eso”, afirma antes de irse de su entrevista en el Rosewood Villa Magna.

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