Dos asignaturas en un día para el Madrid: el pase y el gol

En el Madrid será un día para asegurar el pase a octavos de la Champions y quizá para saber cómo es la vida sin Bellingham con un dato que aterra: el equipo no ganó ninguno de los tres partidos en los que no marcó el inglés. Tras la luxación de hombro que sufrió ante el Rayo Vallecano, el jugador y Ancelotti se dieron de plazo hasta hoy para decidir si se arriesga ante el Braga. No parece probable porque en el duelo, ocurra lo que ocurra, nada será irreparable. Eso sí, la posible ausencia del inglés, que está en la lista de convocados, obliga a espabilar a quienes le han rodeado, sin demasiado acierto, hasta ahora (sigue el partido en directo en AS.com).

Si Bellingham no está, el equipo podría volver al 4-3-3 habitual desde hace más de una década, sobre todo si Rodrygo, Joselu y Vinicius forman tridente. Otra cosa es que Brahim entre en la ecuación. En el único partido en que descansó Bellingham, ante Las Palmas, a finales de septiembre, Ancelotti juntó a Rodrygo y Joselu con el ex del City, pero este ejerció de mediapunta, en el vértice superior del rombo. Hasta ahora la participación de Brahim ha resultado residual. Solo fue titular en ese choque ante Las Palmas. En los otros ocho que jugó, no pasó, en el mejor de los casos, de 20 minutos. En ese paso fugaz por el equipo ha dejado algunos detalles esperanzadores, ilusionantes para la afición, insuficientes para el técnico: no ha tenido ni un minuto en los últimos tres encuentros. En cualquier caso, tampoco es un goleador vocacional: 18 tantos en tres temporadas en el Milan es su registro.

Tampoco los acompañantes habituales del inglés han producido demasiado. Especialmente significativo es el caso de Rodrygo, autor de 19 tantos el curso pasado. Este año lleva dos. Su promedio de goles por minutos jugados ha caído de uno cada 203′ a uno cada 519′. El decrecimiento de Vinicius ha sido más moderado, de 207′ a 268′. Incluso Joselu ofrece peores datos que la temporada pasada en el Espanyol.

Gran ataque, floja defensa

Quien volverá al equipo es Kroos, lo que supondrá la salida de Modric. Esa es una puerta giratoria que no se va a detener en toda la temporada. Uno y otro no han jugado más de dos partidos consecutivos como titulares. En defensa también se espera un cambio: Nacho por Alaba. Esa línea ha sido la más fiable del equipo hasta ahora y deberá mantener el nivel ante un Braga con más artillería que retaguardia.

Los portugueses son máximos goleadores en su Liga, con mucha ventaja sobre el resto. Han marcado diez goles más que el Oporto y ocho más que el líder Benfica. También son los que más disparan a puerta (6,7 tiros por partido) y han marcado en los 19 encuentros que han disputado esta temporada, incluyendo el de ida ante el Madrid, aunque no les valiera siquiera para empatar.

En su plantilla ha juntado a dos delanteros de buen nivel que solo han coincidido una vez en el once inicial: Simon Banza y Abel Ruiz. El franco-congoleño Banza es pichichi del campeonato portugués y desde el encuentro frente al Madrid ha marcado cinco goles en tres partidos, incluido un hat-trick en el último, ante el Portimonense. Canterano del Lens, donde nunca llegó a asentarse, fue encadenando cesiones. En una de ellas acabó en el Famaliçao portugués, donde marcó 14 goles en un año, dato que impulsó al Braga a pagar tres millones por él en el verano de 2022. En la pasada ventana FIFA debutó con la selección congoleña, con la que espera jugar la Copa de África.

Abel Ruiz pierde el sitio

Banza le ha quitado el sitio a Abel Ruiz, segundo fichaje más caro en la historia del club (ocho millones de euros) y máximo goleador de España en selecciones inferiores. Canterano del Valencia, el Barça lo captó con 12 años. Completó todos los cursos de La Masia con enorme éxito. Ganó la Youth League de 2018 y los Europeos Sub-17 y Sub-19 con España. Incluso llegó a jugar un partido con el Barça, en mayo de 2019, ante el Getafe, al entrar como sustituto de Coutinho. Ahí se nubló su horizonte: “No tenía oportunidades, no estaba feliz y busqué una solución”. Ya en el Braga, Luis de la Fuente le puso en dos partidos de la Selección absoluta, pero ahora tiene en el aire la titularidad: solo estuvo en el once inicial en tres de los últimos ocho partidos, los menos trascendentes. Esta temporada únicamente ha marcado dos goles y en la plantilla hay hasta seis jugadores que le superan, pero puede ser la gran baza del Braga en el partido de hoy, donde el equipo no tiene demasiado que perder.

Por necesidad y por convicción, Artur Jorge, técnico de los portugueses, planteará un partido abierto. Exjugador del club y entrenador en todas sus categorías inferiores, ordena el equipo en torno a un 4-2-3-1 muy ambicioso. Su gran papel en el Braga llamó la atención de algunos clubes de los Emiratos Árabes, que le tentaron antes de que acabara la pasada temporada. También tuvo pretendientes europeos. Decidió quedarse: “Pensé que no podía interrumpir abruptamente este proyecto. Tengo una enorme pasión por el club y no podía perderme estar en una fase de grupos de la Champions. Me ha costado mucho llegar aquí y no podía irme en ese momento”. En su cabeza está el milagro de ganar con el Braga una Liga portuguesa. Se lo pide una afición eufórica y él no enfría el ambiente. Seguro que está más cerca de esa cima que de pasar esta fase de grupos en la Champions, donde además de visitar el Bernabéu debe acudir aún a Nápoles. Demasiadas cordilleras para un solo invierno.

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