Doni: “Lloré en Dublín, ¡es una lástima haber nacido tan pronto!”

Con lágrimas. De alegría, por supuesto. Así estaba el rostro de Cristiano Doni (51 años) el pasado 22 de mayo en Dublín. Vivió la final de la Europa League como un tifoso más. Aunque no es uno más. Los puñales de Gasperini contra el Madrid serán Lookman y Retegui, pero el capocannoniere de Bérgamo, de la Dea, es Doni. Son 112 tantos, más que nadie en toda la historia. Único en superar el centenar. Los logró en 323 partidos, los 34 últimos en la Serie B. Allí fueron los 12 zarpazos finales, para construir el camino de baldosas amarillas al regreso exprés a la Serie A. Colgó las botas, pero no el amor por su club. Sigue siendo ‘il capitano’. Excavó los cimientos de un Atalanta que parece no tener techo. Doni, un enamorado de Mallorca, donde jugó una temporada (2005-06) y donde regenta ahora Chiringo Beach’. También del pádel, con uno de los mejores clubes del 20x10 de la zona (’27Padel Bérgamo’). En su ajetreada vida, tocaba parar este 11 de diciembre. Llega el Madrid al Gewiss Stadium. Y Cristiano Doni echa un vistazo, en conversación con AS, al crecimiento de todo lo sembrado durante tantos años.

Entrevista

¿Qué supone para usted un día como hoy?

Bueno, yo es que, además, soy dos personas en una. Soy exjugador, pero también aficionado. Estoy muy feliz. ¡Siempre pienso que es una lástima haber nacido tan pronto (ríe)! Estuve viendo la final (de Europa League) en Dublín, y fue increíble. Terminé llorando. Sé lo que es el club. Desde fuera, desde dentro. Como capitán, como jugador, como hincha. Es una emoción difícil de describir.

¡Cómo ha cambiado la situación!

Cuando estaba yo sufrí cada año para mantener la categoría... Era completamente diferente. Bajamos a la Serie B y me quedé. Yo sinceramente me quería retirar. Tenía problemas físicos. Pero Percassi me pidió quedarme. La familia Percassi son una familia muy conocida y muy importante. Con grandes proyectos, aunque fuera en Segunda División. Al final me quedé. Y subimos a la primera.

Y desde entonces, sólo hacia arriba.

Bueno, no ha sido fácil. El fútbol es como una empresa. Se necesita de todo: un programa, un proyecto, años para trabajar. Y es lo que necesitaban. Al principio, como te digo, no fue fácil. Parecía que iban a echar a Gasperini (perdió sus cuatro primeros partidos con el Atalanta) y el presidente le dio confianza. Y empezaron a ganar, a revalorizar jugadores. Gasperini trajo un cambio de mentalidad del equipo, de los jugadores. El club ha podido crecer desde ahí. Y así, hasta el actual Atalanta. Vendían y gastaban, crecían. Como club y sociedad. Cada año más y más. Este es el resultado.

Todo el mundo está como loco con el partido con el Madrid.

La gente en Bérgamo está muy unida al club. Desde siempre. De verdad. Ahora el club es reconocido en toda Europa. Antes era un club histórico, pero más modesto. Es algo increíble. Es un equipo que ha construido su estilo. Gasperini es un genio. Ha cambiado todo. No es el Atalanta de hace unos años, pero cada vez tiene su estilo. Cambiando modelos y cosas, detalles. Pero siempre es un equipo que gana, da espectáculo.

Si mira atrás...

Es que es increíble. ¡Nos sorprende que esto ya no sorprenda! Cambiando jugadores, vendiendo a los mejores, fichando... El entrenador, todo lo que ha tocado lo ha convertido en oro. Hay que disfrutar.

Viniendo de usted, son palabras mayores. Es el cuarto jugador en partidos, el máximo goleador...

En mi carrera pude salir a otros equipos, pero no quería.

¿Nos puede desvelar alguno?

Muchas veces tuve ofertas. Pero mi representante ni me preguntaba, sabía la respuesta (ríe). Es lo que queda, el legado. Terminé como protagonista.

Es que el año de su retirada marcó 12 goles...

Llegué a tener muchas dudas, pero Percassi tenia razón. Y no solo me quería por lo que podía darle en el campo, también por mi ascendencia, por mi experiencia. Fue un final espectacular.

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