Desafío en casa de Mbappé

Llama la Real Sociedad con los nudillos a la puerta del Parque de los Príncipes. El desafío es mayúsculo. Asaltar la casa de Mbappé, el futbolista más deslumbrante del planeta ahora que Messi y Ronaldo se han alistado en ligas exóticas y poco competitivas. Es la oportunidad para confirmar que este grupo que lleva años creciendo y que deslumbró en la fase grupos puede mirar a los ojos a uno de los grandes de Europa (sigue el partido en directo en As.com).

Para el PSG es un todo o nada. Alberga la sensación de que ha perdido púrpura con la marcha de Messi y Neymar, pero ha ganado carácter competitivo y puede estar ante su última oportunidad de levantar la Orejona antes de la salida, ahora sí, por fin, de Kylian, porque Luis Enrique, que conoce muy bien a los internacionales españoles de la Real, ha dotado al equipo de un carácter ganador del que carecía en las ediciones anteriores.

La trayectorias de ambos equipos son contrapuestas. Los donostiarras, que no conocen la derrota en Europa esta temporada, han bajado el nivel en esta fase de la competición y llevan cuatro compromisos sin ganar ni marcar, empequeñecidos por las bajas. Una de ellas es Oyarzabal, santo y seña en Anoeta, que se subió al avión y echará el resto, aunque tiene dolores en una rodilla. Odriozola, Aihen Muñoz, Elustondo, Carlos Fernández, Becker y Tierney están fuera. Solo el último es titular, pero la ausencia de todos ellos merma mucho el plan de rotaciones de Imanol.

La situación es completamente distinta en el caso del PSG, que balbuceó en noviembre y ahora parece haber encontrado un rumbo de triunfos y una confianza que se agranda con una enfermería casi desierta, pues sólo la pueblan los centrales Skriniar y Kimpembe. La exigencia es máxima tras clasificarse para los octavos de final por duodécima temporada consecutiva, Pero la ilusión donostiarra es imbatible, en su intento por pisar los cuartos por segunda vez en la historia tras llegar incluso a semifinales en 1983, cuando un tren llamado Hamburgo embistió a los vascos. Es el segundo asalto en octavos en lo que va de siglo, de nuevo ante un rival francés, después de que en 2004 el Lyon de Juninho Pernambucano les apeara con un 0-1 en Anoeta y un 1-0 en su estadio.

Enfrente les espera a los pupilos de Imanol un equipo en plena racha de resultados que lidera con mano de hierro su campeonato y que aguarda con ansia el despegue europeo tras años de fracasos continentales sonoros. El técnico español ha dotado al equipo de más espíritu combativo, una receta con la que pretende romper el individualismo de años anteriores. Incluso la gran estrella del equipo, el atacante francés Mbappé, ha asumido que, por el bien del colectivo, tenía que jugar de punta y no por la izquierda, su puesto predilecto.

Con este planteamiento, el PSG ha conseguido un sólido equipo que no conoce la derrota desde noviembre pasado y que en 2024 ha marcado 27 goles en ocho partidos y solo ha recibido seis. Luis Enrique, que tras superar por los pelos la fase de grupos de la Champions, prometió que su equipo sería mejor en febrero, ha encontrado un esquema que, aunque todavía no brilla en el juego, sí ha ganado en solidez.

Una fortaleza acompañada de la dinamita de un tridente que el técnico asturiano ha sabido modelar, con Mbappé de “9″ jalonado de un Dembélé que por la derecha vive sus mejores días en París y de un Barcola que a sus 21 años se ha hecho hueco en un once cargado de estrellas. En el Parque de los Príncipes están orgullosísimos de contar con un tridente francés. El surcoreano Kang-in, que regresó de la Copa Asia, al igual que el exmadridista Achraf lo hizo de la de África, están a disposición del técnico. El portugués Danilo Pereira se ha revelado como un buen acompañante del brasileño Marquinhos en esa posición.

La principal duda del técnico aparece en el centro del campo, donde el portugués Vitinha y Fabián Ruiz aparecen con ciertas opciones de comenzar el partido, aunque el uruguayo Ugarte también es serio candidato, mientras que el joven Zaïre-Emery sigue siendo intocable. El pasado fin de semana el equipo parisino logró un brillante triunfo ante el Lille, pese a que Luis Enrique dio descanso a buena parte de sus titulares con la mente puesta en el duelo ante la Real.