CHAMPIONS

Deco, el jefe vuelve a Oporto

Hace 20 años, condujo a los dragões a su segunda y última Champions por el momento. Fue la última época dorada del club, con Mourinho en el banquillo y el brasileño liderando en el campo.

JOSE COELHOEFE

Para el flamante director deportivo del Barcelona, la de esta noche en Do Dragão no es una más. Como en el Camp Nou, y hasta más, Deco fue un ídolo rotundo en Oporto, donde lideró junto a Mourinho la última edad de oro de los dragões. Aterrizado en Portugal muy joven, con 19 años, procedente de un Segunda brasileño (Centro Sportivo Algobiano, donde estaba cedido por el Corinthians, club en el que se había criado), fue curiosamente descubierto por el Benfica, que lo cedió al Alberca. Algunos cabos debieron quedar sueltos en el contrato porque Deco se marchó al Salgueiros…, aunque quien estaba detrás de ese fichaje era el Oporto. Allí aterrizó ya de la mano ya de Jorge Mendes, que también había negociado con Deportivo y Salamanca… Cómo cambia la historia.

“Mourinho es el mejor entrenador que he tenido”, dijo en su día Deco. En el Oporto tocó el cielo. Ganó tres Ligas, tres Taças de Portugal y le devolvió gloria europea a un club que no la tenía desde aquella final de Copa de Europa contra el Bayern en el Prater, con Futre y Madjer al mando de las operaciones. Deco jugó una Copa de la UEFA memorable en 2003. El Oporto ganó la final en Sevilla al Celtic (una foto enorme del ex centrocampista aquel día cuelga de las paredes de las entrañas de Do Dragão) y, contra todo pronóstico, sólo un año después se proclamó campeón de Europa después de eliminar en una eliminatoria increíble al Manchester United y romper el sueño del Deportivo en aquella semifinal en la que Deco `provocó' la expulsión de su amigo Jorge Andrade, que le dio una patadita en el suelo y terminó en la calle. En la gran final de Gelsenkirchen, el Oporto trituró al Mónaco y Deco fue elegido el mejor jugador de la final. Habiendo tocado techo, inició otro desafío en el Barça, donde fue uno de los grandes líderes junto a Ronaldinho y Etoo del doblete Liga-Champions del Barça en 2006.

Deco se integró a la vida en Oporto. Tanto que se nacionalizó portugués y llegó a defender la camiseta de la selección que entonces dirigía Scolari. En su debut, por si alguien tenía dudas, le marcó en el minuto 82 a Brasil el 2-1 que significaba la primera victoria de Portugal sobre la verdeamarela desde 1966. Aun así, no lo tuvo fácil. Figo y Rui Costa tenían mucho poder en la selección y no veían bien la llegada de naturalizados brasileños. Lo expresaron pública (“yo he vivido la formación y sé lo que me ha costado llegar. Son opciones que desvirtúan el espíritu de la selección y no estoy de acuerdo”, llegó a decir Figo) y privadamente, haciéndole las cosas algo más difíciles en el vestuario. Pero Deco, un tipo con un carácter muy especial, fuerte, no se amilanó y llegó a jugar 74 partidos con la selección portuguesa. Su corazón, por muchos motivos, está muy vinculado al Oporto. Este miércoles es un gran día para él.

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