Chukwueze castiga la valentía del Newcastle

Arriesgó Eddie Howe. Valiente. Incauto. Jugando con dos delanteros cuando el Milan empató en la segunda mitad. Siguió atacando con todo hasta el final, pero la mayor experiencia y la mejor pegada de los italianos echó al Newcastle de Europa después de arrebatarle el tercer puesto del Grupo F. El sueño con el que despertaron a orillas del río Tyne se desvaneció, no sin disfrazarse de realidad. Las urracas no cumplieron con su parte del trato, ganar, y el empate del PSG, que les habría valido, terminó sirviendo de poco.

Hubo un ambiente de gala en St James’ Park. De noche grande. Con el sueño de eliminar al siete veces campeón de Europa para acceder a los octavos de final. El ruido fue constante. Desde que ambos equipos saltaron al césped y tras cada buena acción de los locales. Un robo del Newcastle generó los mismos decibelios que un gol habría producido cualquier otra tarde. En este escenario, las urracas se crecieron. Arrancaron mejor que el Milan, a cuyos jugadores les costó un mundo encontrarse sobre el césped. Joelinton generó la primera gran ocasión en el minuto 20, cuando pisó área, dejó atrás a Maignan y dio un pase de la muerte. Almirón lo tuvo todo de cara para marcar a placer, pero Tomori se abalanzó para evitar el peligro. Solo una vez osaron los italianos cercar a Dubravka en el primer tiempo. Recuperado a última hora para la causa, el guardameta fue el único obstáculo que Leão necesitaba sortear para abrir el marcador. Pero disparó desviado.

Creció entonces el Newcastle. Y creció Joelinton. El brasileño produjo una explosión de júbilo cuando abrió el marcador superada la media hora de juego. Recibió del adolescente Miley, y desde la frontal envió un misil que ganó en altura según se acercaba a la portería. Imposible que Maignan lo interceptara pese a su gran estirada. De repente, la clasificación pasaba de ser un milagro a una promesa. Así lo celebró St James’ Park cuando el colegiado señaló el final del primer tiempo. Todo iba bien.

Y mejoraría en el segundo tiempo. Misma intensidad, misma energía, y mismo equipo dominando el duelo. Joelinton ya disparaba a puerta cuando el Milan todavía no parecía haber salido todavía de la caseta. Acompañaba el marcador, y a los seis minutos de la reanudación, todavía más. La pelota no entró en la red del feudo inglés, pero una ruidosa celebración acompañó la noticia de un gol del Dortmund en el otro duelo del grupo. La clasificación, al alcance de los dedos. Un sueño que se esfumó en dos minutos, cuando se marcaron dos goles que empataron los dos partidos. Pulisic marcó a placer después de un momento de desconexión de Lascelles. Un golpe al que acompañó el empate del PSG en Alemania.

Reaccionaron valientemente las urracas. Se lanzaron con todo, despreciando el tercer puesto y seguir jugando competición continental. Todo por un puesto en octavos. Pero todo fue demasiado. Guimarães fue quien más cerca estuvo de restablecer la ventaja local en el marcador. Con un disparo desde la frontal. Maignan voló para enviar la pelota al travesaño con un manotazo imponente. En cada ataque, el Newcastle ofrecía más espacio a su rival para la contra. Leão lo tuvo en sus botas en el minuto 78, pero en un nuevo mano a mano con Dubravka envió la pelota al poste. Fue Chukwueze quien castigó finalmente a los de Howe. Un minuto después de entrar en el partido finalizó resolutivamente un contraataque que también terminó con la temporada europea del Newcastle. Al Milan no le valió el empate del PSG para alcanzar los octavos de Champions, pero la tercera plaza le ofrece un billete para la Europa League.

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