Carvalhal: “El Braga no tendrá miedo escénico”

Pocos personajes del fútbol portugués sienten tanto apego hacia Braga como Carlos Carvalhal (Braga, 1965). El ex entrenador del Celta nació en la ciudad, accedió a la cantera con once años, fue jugador durante tres etapas, lució el brazalete, entrenó en dos épocas y se marchó por iniciativa propia en 2022. El “Doctor”, como le bautizó su amigo Paulo Futre por ir a los viajes de las selecciones inferiores acompañado siempre de libros cuando estudiaba Filosofía, Matemáticas y Ciencias del Deporte, siente pasión por el equipo de su tierra, el que le hace sentir y sufrir y al que conoce al detalle.

Entrevista

―¿El Braga es el equipo de su vida?

―Sin duda. Lo he sido todo allí. Es mi equipo, mi ciudad y mi club.

―Un club modesto que ha crecido mucho ¿es un caso similar al Villarreal en España?

―No estoy seguro de la comparación, pero sí puedo decir que el Braga ya está a un paso de los grandes. En breve estará a la altura de Benfica, Oporto y Sporting CP. Ya está asentado como el cuarto club de Portugal y sigue creciendo mucho, no sólo a nivel deportivo, sino institucional. Ha inaugurado un complejo deportivo con instalaciones fantásticas de nivel mundial. Se está haciendo un gran trabajo y hay una enorme masa social detrás. Los jóvenes de allí cada vez son más de Braga y menos de los otros tres gigantes y ya se le puede considerar un grande más de Portugal.

―Usted conquistó la Copa de Portugal como su entrenador en 2021, el año del centenario ¿Fue su mayor éxito como entrenador?

―Ganar ese título fue como lograr la Champions para cualquier otro club importante. También disputamos la final de la Supercopa y la Copa de la liga, pero obviamente esa Taça ha sido el trofeo más importante de mi carrera.

―Aparte de ese título dejó un gran legado, porque hizo debutar a muchos jóvenes de la cantera...

―Exactamente a 17, incluido Roger Fernandes con 15 años. Hicimos una apuesta muy fuerte y se estrenaron algunos menores de 18. Fue muy gratificante para mí, siendo de Braga, dar la oportunidad a jóvenes de allí.

―Es usted un caso atípico porque se fue sin que le echaran. ¿Por qué?

―Trabajar en el equipo de tu ciudad es muy complicado, no para mí sino para mis padres y mi familia en general, porque siempre hay una presión aunque las cosas vayan bien. Incomoda. Sabiendo esto hablé con el presidente y le dije que después de dos años había cumplido un ciclo y era el momento de dejarlo. Hicimos un buen trabajo, ganamos títulos, vendimos jugadores por valor de casi 90 millones en dos años y era el momento de dar un paso a un lado. El presidente me dejó la puerta abierta para volver, algo importante.

―Hablemos de la Champions, ¿el Braga-Real Madrid fue lo que usted esperaba?

―Más o menos sí. Yo dije antes de empezar que si el Madrid, que venía de disputar un duro partido en Sevilla, jugaba a un ritmo bajo tendría problemas y así ocurrió. En la segunda parte el equipo y la afición apretaron mucho y puso al Madrid en dificultades. Demostró ser un equipo sólido, consistente, con delanteros con buena capacidad de finalización... y para el Bernabéu será lo mismo. Si ellos están a medio gas, el Braga tendrá opciones de conseguir algo positivo.

―¿No le impondrá la mística del Bernabéu?

―No lo creo. Tiene jugadores muy experimentados. La plantilla del Braga puede tener tanta experiencia profesional en sus jugadores como el propio Madrid. En Portugal también juegan ante 50.000 y 60.000 personas a veces. No van a tener miedo escénico. Eso no va a ocurrir.

―En el partido de Braga destacó Álvaro Djaló, un español poco conocido aquí pero que está brillando en Portugal. Se habla incluso de una posible llamada de la Selección. ¿Tiene nivel para ello?

―Es un jugador muy interesante desde el punto de vista del desequilibrio ofensivo. Tiene velocidad, desborde y gol. Es una apuesta de Artur Jorge, que ya lo tuvo en el filial. Lo conoce bien y le ha dado confianza. Un delantero peligroso, de los que obligan al rival a muy pendiente, porque tiene un gran uno contra uno, es muy rápido en las transiciones y tiene facilidad para el gol. El seleccionador tiene que poner un ojo en él.

―El Real Madrid se ha interesado por Gonçalo Inácio (exclusiva de AS), central de 22 años del Sporting de Portugal. ¿Qué le parece?

―Es un central que también puede jugar como centrocampista y lo hace muy bien. Su punto fuerte es la capacidad técnica. Es muy bueno metiendo pases en largo, en corto, por dentro y por fuera. Zurdo. Se trata de un futbolista inteligente y que, además, va muy bien de cabeza tanto en defensa como en ataque. De hecho, ha marcado varios goles. Juega en la selección portuguesa y eso ya es una garantía. Central de gran calidad.

―Se ve que le gusta bastante…

―Es que es muy completo. Va bien en ataque y defensa, tiene buena anticipación, buena lectura del juego y tiene capacidad para decidir en el campo.

―¿A quién diría que se parece?

―Es una pregunta muy difícil porque no hay muchos como él. Zurdo y con una capacidad técnica tan alta no se me ocurre ninguno que se pueda asemejar a él.

―Gvardiol tal vez…

―No. Es diferente. Gvardiol es más físico e Inácio, más técnico. También sabe defender muy bien, pero es un jugador muy limpio en la salida del balón. Sinceramente, se me hace muy difícil encontrar a alguien en el fútbol actual con ese perfil. No es un futbolista de contacto como Rüdiger. Sabe hacer eso, pero es mucho más sutil.

―Tiene sólo 22 años ¿le ve capacitado ya para estar en el Real Madrid?

―Por capacidad técnica sí. Es un chico listo que juega muy bien y tiene un toque de balón muy bueno con la zurda y eso es diferencial.

―¿Del Celta prefiere no hablar mucho?

―No demasiado. Soy amigo de Benítez, le deseo lo mejor y tengo un gran cariño al club, que me dio mucho. Me fui con un apretón de manos y quién sabe si en el futuro podré volver, pero ahora espero que la situación mejore pronto.

―Iago Aspas lleva 23 partidos sin marcar, desde marzo. ¿Puede ser un bloqueo mental?

―A él se le puede aplicar la analogía del kétchup. Lleva tiempo atascado, pero cuando salga cambiará todo y volverá a hacer goles. No se le ha olvidado marcar. La edad y su problema en la espalda le estarán afectando, pero creo que son fases de un jugador, que pierdes un poco de confianza. De todas formas, Iago tiene calidad de sobra para romper esta racha y cambiar un partido en un minuto.

―Gabri Veiga no está destacando en Arabia Saudí. ¿Se equivocó al ir allí?

―Esto es la vida. A veces influye el dinero y factores que no son puramente de fútbol, pero no podemos criticar a Veiga por querer resolver su futuro y el de su familia. Creo que se trata de un centrocampista que puede ser diferencial. Para mí es un pequeño Bellingham. El inglés puede tener más capacidad técnica pero en las características de llegar al área rival, la finalización y la intensidad son jugadores muy parecidos.

―¿Usted ha recibido ofertas tras salir del Celta?

―Afortunadamente, sí. He tenido alguna propuesta de España, pero no era el momento adecuado y opté por desistir, pues tenía un problema que resolver y no podía salir de mi ciudad. También hubo algo de Inglaterra.

―Ese equipo que se interesó por usted fue el Almería. ¿Verdad?

―Por respeto prefiero no contestar, pero si me pregunta si me gustaría volver a España, le diré que sí. Tengo la ambición y el pálpito de que puede suceder y me encantaría. Además, hago un programa para LaLiga TV en inglés que me obliga a ver todos los partidos y estoy bien informado.

―Dígame un pronóstico para el duelo del Bernabéu...

―No soy bueno en eso. Sólo diré que el Braga puede dar la sorpresa si se dan dos condiciones: una mala noche del Madrid y una muy buena de ellos. Si no es así será muy complicado.

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