REAL MADRID | CAMAVINGA

Camavinga en su laberinto

El francés destacó en Braga como pivote y Ancelotti le felicitó efusivamente por ello... pero apunta al Clásico como lateral izquierdo.

La polivalencia de Eduardo Camavinga es una bendición para el Madrid y para Ancelotti pero genera paradojas futbolísticas. Aunque ofreció una master class como mediocentro defensivo en el 1-2 en Braga, su realidad este sábado puede devolverle al lateral izquierdo en el Clásico. Ancelotti alabó sin tapujos el buen papel como cinco del francés (”Me ha gustado mucho Camavinga como pivote”, aseguró), el transalpino rotó a Tchouameni en Portugal con la intención de tenerlo fresco contra el Barça.

Tal fue la influencia de Camavinga en el juego que estuvo en todo. Fue el que intervino en más acciones (90), el que más duelos terrestres ganó (13), recuperó siete balones y todo ello rozando la perfección en la distribución de la pelota: un 97 por ciento de acierto en los pases. Su mala de calor en Braga es un buen ejemplo del despliegue del internacional bleu. Tanta libertad para jugar en su zona devolvió al Camavinga más expansivo. “Me gusta ayudar al equipo, hoy he jugado en el medio que es mi posición favorita, pero lo que me gusta ayudar en ataque y defensa”, contó después en RMTV. Después de sus quejas en Francia, encontró un caramelo en esta tercera jornada de la Champions.

El mapa de calor de Camavinga en el partido en Braga.

También es llamativo que Camavinga recuperase en Braga, justo a cuatro días del Clásico, la posición de pivote que ejerció, aunque con matices, dentro de aquel hiperpoblado centro del campo madridista en el derbi. Aquel experimento en el Metropolitano salió mal (Ancelotti alineó juntos al francés con Valverde, Kroos y Modric), pero en Portugal fue distinto. Cama sí fue el cinco puro en ese 4-3-1-2 más estándar que planteó Carletto.

Camavinga intenta robar la pelota a Álvaro Djaló en el partido en Braga. MIGUEL RIOPAAFP

Por si acaso y para tener la opción de utilizar también un tres especialista defensivo en Montjuïc, Ancelotti se guardó la baza de Mendy. Como el mismo técnico reconoció después, no quiso forzarle. Entre franceses (Tchouameni, Camavinga y Mendy) anda el baile de posiciones del Madrid para defender el liderato en el Clásico.

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