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Finalizado
Youth League | Kairat Almaty 1 - Real Madrid 4

Café con aroma de poder

Ciclón juvenil en Kazajistán... y en un partido que se disputó a las 09:00 de España. Marcaron Barroso, Valde, Roberto y Jacobo. Seis puntos en la mochila antes de escalar el ochomil

Sergio López de Vicente (Vallecas, Madrid, 1996) es periodista en la sección del Real Madrid de AS. Graduado en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos, empezó su carrera en la radio, como presentador del programa Ventana Deportiva (107.0 FM) y, desde 2018, trabaja en AS. Además de redactor, es enviado especial y comentarista.
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Como el paseo de 6.400 kilómetros le supo a poco, el Real Madrid se dio otro paseo. Uno deportivo. En un partido más exótico que disputado. En definitiva, vino a cumplirse lo previsible: la diferencia entre equipos era mayúscula. Y eso que el Kairat Almaty amenazaba con tener un as bajo la manga: realmente es el filial, no un equipo Juvenil y juega en la Segunda División del país. La autobiografía invitaba al respeto, pero la potencial jugada... terminó en farol. El Real Madrid fue un ciclón, una apisonadora, un tirano. Al descanso iba 0-3 y sin meter la quinta marcha. Apabulló en un partido que será más recordado por su horario (09:00, peninsular española; 12:00 local), que por su fútbol. Debe ser que a quien madruga, el gol le ayuda. Fue un café con aroma de poder.

Porque el Real Madrid salió con todo. Once de acero y puño de hierro: Mario Rivas, Valde, Roberto Martín o Yáñez, entre otros. Sin jugar con fuego ante la inquietud de cuál será el verdadero nivel del rival. “Este partido es más grande que nosotros mismos”, decía el entrenador del Kairat en la previa. Deshaciéndose como un azucarillo ante lo que iba a vivir. Ante lo que iban a vivir. Allí, este martes es un acontecimiento para la eternidad. Un antes y un después en la región. Un equipo antaño poderoso, pero magro en la actualidad, volvía a la élite. Jugaba ante el Real Madrid. Y ya saben lo que eso significa: nada que perder, todo por ganar.

Una disputa de balón.Real Madrid

Una ventolera de 7′

El partido empezó con turbulencias: a los 5 minutos, el Kairat ya llevaba tres duras faltas. Era la orden. Intensidad, actitud, garra. Competir al Real Madrid de tú a tú era una utopía, así que el camino −si es que existía tal camino− era pasarle por encima con ritmo. No sucedió. La tormenta fue más bien ventolera y apenas duró 7′. Hasta que Jaime Barroso hizo el primero. Córner desde la izquierda servido por bajo, Yáñez dibuja un taconazo dorado en dirección al punto de penalti y ahí, totalmente solo, fusila el pistolero. Rugido del killer.

A partir de ahí, el guion se resume en una frase: monopolio con un susto. Todo fue del Real Madrid, quien por momentos transmitió la sensación de tener un títere en sus manos. Yáñez se deleitaba en su banda; regateando, recortando, bailando. Disfrutando. Liberto se unía a la fiesta por el otro costado y Pol Durán frotaba la lámpara. Todo iba como la seda, por la ruta de la seda. El segundo llegó casi por empuje: imprecisión defensiva y Valde se encuentra un balón en el área pequeña. Interior y a la jaula. Fácil; en general.

Valde hace el 0-2 con un remate con el interior.Real Madrid

Fiesta con susto

La orquesta estaba siendo perfecta y fue entonces... cuando un violín desafinó. Roberto Martín cometió un penalti inocente (similar al de Güler en el Metropolitano). Llegó tarde y golpeó con los tacos en la cabeza del rival. Se dibujó un cara a cara digno del Oeste entre Tuyakbaev e Illia Voloshyn. Silencio sepulcral. Silbato del árbitro. Y entonces, al pistolero kazajo se le vino a caer el revólver al sacarlo del bolsillo. Disparo dócil y a la derecha del portero, a media altura. Probablemente la perfecta demostración de cómo nunca debe tirarse un penalti. Voloshyn adivinó y una vez que lo hizo, detener el tiro fue casi protocolario.

Con el Kairat procesando lo sucedido, llegó el tercero. Roberto Martín rompió por la banda derecha, caracoleó, disparó con potencia y el portero kazajo... no atrapó el balón. Este voló, voló y voló. Y al caer, entró en la portería, ante su estéril reacción. Un penalti fallado y una cantada en un cuarto de hora. La sensación ya no era de haber perdido el revólver, sino de haberse disparado en el pie. El marcador dibujó el 0-3 y el árbitro señaló el descanso.

Illia Voloshyn, tras parar el penalti.Real Madrid

Caraja en Kazajistán

Fue entonces cuando la población kazaja se familiarizó con una palabra del vocablo español: caraja. El Real Madrid se relajó. Lo vio hecho y sintió que su rival no tendría ni tan siquiera un ademán de rebeldía. Pero lo hizo. A los 2′, Voloshyn regaló una cesión que desató el runrún. El tiro se fue alto. Otra vez la tuvo el Kairat y otra vez perdonó. Y cuando pareció empezar la tirar la toalla, se lo encontró: Voloshyn no atrapó un centro raso y en el rechace, Bekbolat marcó a placer. De repente, 1-3. El Kairat se puso 3-0 abajo en la primera jornada, contra el Sporting CP y llegó a dibujar un 3-2 a falta de cuarto de hora. Ambicionó con el déjà vu.

Beto controla un balón ante el Kairat Almaty.Real Madrid

Jaque mate

No lo consiguió. Aunque el Real Madrid estuvo sedado durante casi media hora. Sin colmillo, sin el poderío de los primeros minutos. Fue más un no terminar de querer, que un no poder. Casi conformismo. López de Lerma agitó la coctelera y quitó a los dos centrales, así como al nueve. Aire fresco. Y cambió la atmósfera. Poco a poco el dominio fue regresando a manos madridistas. Sin meter la quinta marcha, pero al menos en cuarta. Era más que suficiente. Circulando en esas revoluciones, llegó el 1-4: Jacobo Ortega, raso y por el primer palo, tras quedarse ante el portero. Jaque mate.

El Real Madrid volvió a bailar con el balón. A intentar jugadas atípicas, cercanas a aquello que se conoce como delicatessen. La sensación es que si hubiese necesitado ocho goles para clasificarse, los habría marcado. Tuvo el quinto, en un inocente penalti en el último minuto. Jacobo Ortega asumió la responsabilidad y prácticamente emuló a Tuyakbaev en la primera parte. Misma portería y calco de disparo. Dócil, a la derecha del portero. Le enmienda que al menos fue raso, no a media altura. Pero llegó poco colmillo. Detuvo el portero y dejó la faena en 1-4. Silbatazo. Final.

Los jugadores celebran un gol.Real Madrid

¿Cómo es el formato de la Youth League?

Fase Liga, pero seis jornadas, no ocho. Lo mínimo es terminar entre los 22 primeros (de 36), pero el objetivo es entre los seis primeros. Porque estos se enfrentarán a los clasificados del 17 al 22, teóricamente los rivales más dóciles. De terminar entre el 7 y el 16, el rival de la siguiente ronda sería un equipo procedente de la ruta de Campeones, lo que tradicionalmente es un destino envenenado. Tiende a haber equipo casi más fuertes en esa ruta, que en la Fase Liga de la Youth.

Objetivo: Top-6

El Real Madrid va por buen camino para terminar entre los seis primeros. Pero ahora empieza lo fuerte: Juventus (casa), Liverpool (fuera), Olympiacos (fuera) y Manchester City (casa). Casi nada. El calendario es durísimo y de ahí la importancia de afrontarlo con seis puntos en la mochila. De haber ganado las dos primeras jornadas. El Real Madrid cumplió en Kazajistán. Como el paseo de 6.400 kilómetros le supo a poco, se dio otro paseo. Ganó y goleó en un partido que se jugó a las 09:00 de España (franja peninsular). Fútbol con zumo y tostadas. Café con aroma de poder.

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