Arteta, idilio con el PSG

Mikel Arteta podría estar disputando en 2025 las semifinales de la Champions League como entrenador del Paris Saint-Germain. Su incorporación se llegó a considerar en las altas instancias del conjunto parisino en 2023, una vez que el despido de Christophe Galtier estaba decidido. El vasco, de 43 años, mantiene un idilio con el club, ya que fue el que le brindó la oportunidad de foguearse como profesional, antes de convertirse en un futbolista destacado en Escocia e Inglaterra.

Durante la temporada 2001-2002, Arteta, canterano del Barcelona, se vio obligado a buscar una salida debido a la feroz competencia que existía en el mediocampo de los blaugranas. Luis Fernández, hispano-francés que tuvo un paso extraordinario por los banquillos de La Liga, en Athletic y Betis, entrenador del PSG en aquel entonces, le conocía de su paso por la cantera del Barça. El Paris Saint-Germain, en un equipo que contaba también con Ronaldinho o Pochettino, suscribió una cesión de un año y medio con el nacido en San Sebastián, cuyo paso por la capital francesa causó gran impresión en el Parque de los Príncipes.

Arteta, sin embargo, no prolongó su cesión y el PSG no tenía en aquel entonces, quién lo diría actualmente, el dinero suficiente como para acometer la operación del mediocentro español. En 2002 fichó por el Rangers, donde se convirtió en una estrella del fútbol escocés y su nivel fue excelente, consolidándose en la selección española sub 21, a pesar de que nunca llegó a vestir la indumentaria de la absoluta. Veinte años después de su cesión en París, el Paris Saint-Germain sondeó su incorporación como entrenador, repitiendo la fórmula que ya había experimentado con Pochettino, un año antes, aunque sin éxito por su descalabro en el Bernabéu en los octavos de final de la Champions de 2022, en un equipo que contó con Messi, Neymar y Mbappé.

Qatar quería un entrenador autoritario, un técnico que, además, conociera la casa. Arteta era el perfil idóneo, pero Qatar sondeó también a Luis Enrique. La oportunidad fue única con el técnico asturiano, que meses antes había negociado con equipos de la Premier League, entre ellos el Chelsea, con el que se quedó a unos flecos de avenirse a un acuerdo. Arteta entró en las quinielas para suceder a Galtier, llegó a haber ciertos contactos entre ambas partes, aunque finalmente fue el asturiano el elegido por el Emirato para liderar un nuevo proyecto y aquella decisión fue inmejorable, atendiendo a los resultados cosechados en el último año y medio.

Arteta ya era un entrenador con renombre en Europa. Su trabajo en el Arsenal, al que llegó en 2019, devolvió la ilusión de un histórico herido, que desde la salida de Wenger no había conocido la estabilidad. Con los Gunners, además de haber dotado al equipo de una identidad clara, de un estilo de juego inconfundible y haber potenciado a jóvenes talentos, el último el hiperactivo Lewis-Skelly, de 19 años, alcanzó las semifinales de la Champions, en la que se enfrenta al PSG, el primer gran club en el que destacó como jugador. Veinte años después de su salida, con unas negociaciones que no llegaron a fructificar por Luis Enrique, ahora el rey de conjunto parisino, convertido en la estrella del proyecto, el vasco regresará a la que fue su casa durante un año y medio, el Parque de los Príncipes, con la intención de darle la vuelta a una eliminatoria y clasificar al Arsenal a la segunda final de la Champions de su historia.

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