Cardona deja al Levante con la miel en los labios

Marc Cardona deja al Levante con la miel en los labios. Los granotas, que se metían en puestos de ascenso directo con el gol de penalti de Roberto Soldado, encajaron el tanto del empate en la última acción del partido. Marvin Park y Cardona, la apuesta de García Pimienta para buscar la reacción, cocinaron la igualada superado el minuto 94, al borde del abismo, para un final cruel para el conjunto de Calleja, que se echó atrás para tratar mantener el botín y dormir en los puestos de privilegio con el cierre de la jornada. La propuesta salió cruz.

Curiosamente, el Levante comenzó llevando la manija, consciente de que su rival se desinfla corriendo detrás del balón, mientras los de García Pimienta trataban de transitar con velocidad en los primeros minutos, esperando su oportunidad. Hasta que comenzó a emerger la figura de Jonathan Viera, un jugador de otra categoría, que se movía por todo el ancho del campo para hacer de conexión entre las líneas amarillas. Con Mfulu como escudero, y la calidad de Óscar Clemente y Loiodice orbitando a su alrededor, el ‘21′ cambió la tendencia del arranque, igualando la posesión y obligando a los de Calleja a buscar hacer daño por medio embestidas. Y es que, pese al intercambio de golpes en forma de posesión, los auténticos derechazos los protagonizaron los siempre eléctricos De Frutos y Álvaro Jiménez.

El segundo acto comenzó calentito. En la primera acción granota, en un balón parado que lanzó Campaña, el otro Cardona, Sergi, el lateral, cazó incomprensiblemente a Rubén Vezo dentro del área cuando la acción no acarreaba excesivo peligro. Quintero González, tras el aviso del VAR y la posterior revisión en la pantalla del Ciutat, decretó un penalti que no perdonó el veterano Roberto Soldado para firmar su segundo gol en Liga, el cuarto de la temporada.

Con el resultado en contra, y las prisas propias del momento, la figura de Viera comenzó a diluirse como un azucarillo ante el oficio defensivo granota. Por ello, en ese escenario, García Pimienta, que ya había metido a Marc Cardona tras el descanso, introdujo la magia de Pejiño y Moleiro en busca de la reacción. Como respuesta, Calleja relevó a un fundido Soldado por Wesley para estirar a los suyos y ejercer de clara referencia para dar cierto aire al equipo. Una solución inexistente.

Las Palmas ganaba metros sobre el terreno de juego, con el Levante muy aculado en su propio campo tras el gol de Soldado, y la entrada de Marvin aportó frescura y colmillo por fuera. Precisamente el canterano madridista, en la última acción del partido, a punto de cumplir el 95, colgó un balón al área que remató con fe Cardona para dejar la pelea por los puestos de ascenso para lo que está por venir.