Bertug y Budimir, pistoleros de tú a tú y gol a gol

Dos jugadores que juegan de 9 pero que ninguno lleva ese dorsal (Bertug luce el 10 y Budimir el 17) coparon el protagonismo. De delantero a delantero, de tú a tú y gol a gol. El empate no engorda el estómago de ninguno de los dos, pero el Getafe mantiene un pequeño colchón con los puestos de descenso y Osasuna sigue en puestos europeos. 16 años llevaba Osasuna sin ganar en el Coliseum. Ya son 17.

Cuando se sabe lo que se quiere conviene dejar las intenciones claras desde el primer momento, y Osasuna hizo el saque inicial de centro practicando una jugada ensayada. Ni cinco segundos habían pasado cuando Budimir desenfundó su fusil, pero el tiro le salió desviado.

Osasuna siguió acaparando la posesión el balón, con Torró de mariscal en el centro del campo. Las vías de ataque preferidas eran los costados, con mayor incidencia en la banda izquierda, la de Bryan Zaragoza. Las diabluras son su seña de identidad, para tormento de un Djené que antes del descanso ya tenía tarjeta amarilla por intentar frenarle.

No obstante, este Getafe ya va pareciéndose a los anteriores getafes de Bordalás, y a la presión y juego rápido y directo comienza a sumar el acierto, y a los 21 minutos Bertug conectada un meritorio remate de cabeza a centro de Sola. Primer gol en jugada del Getafe y no a balón parado, primer gol de Bertug, delantero turco que llegó este verano cedido por el Stade Rennais con opción de compra.

La posesión correspondía a Osasuna pero la sensación de peligro la ponía el Getafe. Tuvo el 2-0, incluso lo marcó, pero fue anulado. Fueron dos ocasiones seguidas. En un córner en el 50′, Sola remató pero el balón rebotó en el portero en su salida a la desesperada. De nuevo córner y de nuevo Sola, acertando a marcar esta vez pero siendo anulado el gol por fuera de juego. En menos de un minuto, dos jugadas que pudieron ser gol pero que quedaron en nada, con Sola desolado.

Los grandes goleadores lo son porque no dependen de la dinámica del partido, ellos son autodidactas. Como Budimir, que aparece cuándo quiere y cómo quiere. El delantero croata se buscó la vida él solito contra el mundo y ejecutó al Getafe con un gol desde fuera del área. Osasuna, que parecía perdido en el Coliseum, entraba de nuevo en el partido gracias al salvavidas de urgencia.

En el tramo final, Osasuna acabó con más fuerzas, pero sin ocasiones. Un disparo de Carles Pérez en el 95′ a punto estuvo de sorprender a Herrera.

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