Los palos de Julián

El Atlético cayó goleado en su visita al Arsenal por 4-0 cuyo resultado se tramitó de forma exprés. Encajando todos los goles Gunners en 13 minutos que tiraron al traste una buena primera hora de partido. El Atlético había competido, aunque sin generar excesivo peligro sobre la meta de Raya. Pero sí había tenido dos.

Y ambas en las botas de Julián Alvarez. El argentino remató desviado por pocos centímetros el zurdazo tras el saque de banda rápido de Giuliano cuando Raya corría de vuelta hacia su portería y en la segunda mitad pudo adelantar al Atlético en una jugada que solo ve él. Recibir entre líneas, girar y lanzar el zambombazo. Que se estrelló en el larguero cuando el portero del Arsenal no llegaba ante semejante golpeo. Un remate que recuerda a aquella forma de hacer temblar a las porterías que tenía Diego Forlán desde cualquier distancia.

Julián se ha convertido en un especialista en el remate lejano, tanto en las faltas directas (goles a Espanyol y Real Madrid) como en balón corrido (al Rayo para el 3-2). Y en el derbi contra el máximo rival fue el palo el que le impidió sacarse un gol de la nada. Misma ecuación, recibir, controlar, girar y disparo lejano al palo. Contra el Espanyol fue el otro palo, el derecho de la portería, el que le quitó el gol que hubiese puesto el 0-2 en el marcador y probablemente hubiese cambiado el guion que acabó con remontada perica.

La Araña suma siete goles en once partidos y tres remates al palo de los seis del Atlético (Griezmann contra el Alavés, Barrios en Mallorca y Giuliano contra el Rayo son los otros). Fabricados por él, en situaciones comprometidas para el equipo y generados de la nada. En Londres el larguero le quitó el 0-1. Pero seguirá intentándolo. Su disparo lejano cada vez es más determinante.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí