Baena y el espíritu de Godín
El uruguayo tampoco tuvo un desembarco fácil desde el Villarreal. Sufrió apendicitis que le apartó 21 días del equipo y luego perdió el sitio... hasta ser leyenda.
Álex Baena no está teniendo un desembarco fácil en el Atlético. Y lo peor para un futbolista, no por motivos del juego. El andaluz debutó en la primera jornada en Cornellá mostrando esa adaptación a un nuevo puesto designado por Simeone, por detrás de Julián Alvarez para aparecer más cerca del área rival. Si no es fácil llegar a un equipo nuevo, todo se complica si se añade una posición diferente y sobre todo una falta de continuidad derivada de problemas físicos.
El primero, una lesión muscular que se comenzó a formar ante el Espanyol y acabó por quedar patente en un entrenamiento días después. Parte: baja para los dos siguientes partidos. Donde el Atlético ha echado de menos luz desde segunda línea y a un jugador que es experto en generar ocasiones para sus compañeros. No estuvo contra Elche y Alavés. Dos puntos de nueve hasta el parón. Y, a punto de volver, otro revés. El plan era claro, Baena entrenando en solitario sobre el césped hasta unirse al grupo el lunes con cinco sesiones por delante para preparar el partido contra el Villarreal, su exequipo.
Pero el martes por la tarde se empezó a encontrar mal. Y tuvo que ser operado de urgencia de apendicitis aguda. El propio jugador comunicó el miércoles que ya estaba en casa. Y comienza una recuperación que le tendrá fuera entre las tres y las cuatro semanas. Se perderá partidos claves, como ese regreso a la competición recibiendo al Villarreal o el debut en Champions contra el Liverpool. Y en el horizonte aparece el derbi contra el Real Madrid del fin de semana del 28 de septiembre. Su rehabilitación marcará su disponibilidad o no en el derbi.
Todo ha comenzado torcido. “No es como empieza sino como acaba”, decía el futbolista en sus redes sociales. Un golpe físico y mental para el nuevo 10 del Atlético, con muchas ganas de demostrar su nivel de rojiblanco. Pero con un modelo perfecto en el que fijarse. Un Diego Godín que también llegó desde el Villarreal, sí tuvo tiempo para competir más, levantando en su debut la Supercopa de Europa contra el Inter y participando en diez encuentros con el Atlético... hasta sufrir una apendicitis aguda, misma dolencia que Baena. Tuvo que ser intervenido el 30 de octubre y volvió a competir el 21 de noviembre, un tiempo récord que de repetirse sí permitiría a Baena estar contra el Real Madrid. El regreso no fue fácil, Perea y Domínguez se habían hecho fuertes en su ausencia.
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Hasta encadenar cuatro partidos completos desde el banquillo en diciembre y solo jugar en tres de los diez partidos del Atlético en ese periodo. No era un primer año fácil del faraón como rojiblanco. Hasta volver a hacerse con las riendas del centro de la defensa. El resto es historia. Una de las mayores figuras del Atlético, con 389 partidos oficiales en sus botas, el gol del título de Liga en el Camp Nou, una diana en la final de la Champions, ocho títulos y uno de los defensas de mayor peso en el Olimpo colchonero. Un espejo para Baena. Dos inicios difíciles desde el Villarreal con una apendicitis de por medio. Pero esto no va de cómo se empieza, se trata de cómo acabará...
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