Aspas es El Capitán Trueno

Balaídos va de goleada en goleada y de ídolo en ídolo. Después de vencer 3-0 al Valladolid con Gabri Veiga en modo huracán, el Celta solventó el partido contra el Rayo con el mismo resultado, aunque esta vez el héroe fue Iago Aspas, que se vistió de El Capitán Trueno para lanzar a su equipo a base de zurdazos mágicos. De esta forma, el equipo vigués alcanza los 31 puntos, quedando a la misma distancia de Europa que del descenso: seis puntos.

Los primeros cinco minutos fueron una declaración de intenciones de Gabri Veiga, que empezó igual que hace quince días arrasando con sus potentes cabalgadas. De hecho, a los pocos segundos robó en campo propio y se dirigió como una exhalación hacia el área contraria, donde asistió a Aspas para que inaugurase el marcador, pero el moañés no acertó con el remate. Poco después fue el propio Veiga quien atizó a Dimitrievski con un derechazo colocado, ante el que respondió con solvencia el guardameta visitante.

El Rayo permanecía en su guarida, aguantando las acometidas locales, sin la inspiración necesaria para amenazar con el balón. Sólo Lejeune fue capaz de agitar el árbol celeste con sus latigazos. El central francés lo intentó hasta en tres ocasiones, dos en sendas faltas directas desde muy lejos y otra en un intento de gol olímpico en un saque de esquina. Iván Villar le quitó los pájaros de la cabeza.

El paso por los vestuarios sí cambió la actitud rayista. La charla de Iraola pareció surtir efecto, con un Rayo mucho más reconocible en la reanudación. Así, Catena amenazó en un cabezazo que se marchó desviado por muy poco y acto seguido. De Tomás estuvo a punto de aprovechar un grosero error de Unai Núñez en la salida de balón. El delantero madrileño tuvo el gol en sus botas, pero el balón se estrelló en el palo, aumentando el gafe de RDT en su vuelta a Vallecas. El primer gol se le resiste y ya lleva un penalti fallado, dos tantos anulados y un palo.

RDT todavía se estaba lamentando por la oportunidad perdida y Aspas ya tenía el dedo cosido al escudo del Celta. Porque fue todo en un abrir y cerrar de ojos. Del palo de De Tomás al gol del moañés pasaron escasos segundos, los que tardó Javi Galán en cabalgar la banda y entregarle el balón a la estrella celeste para que acunase el balón con su zurda hasta el fondo de la red. Del 0-1 al 1-0 en la misma secuencia. Así cambia el guion del partido en dos planos.

Y para rematar la faena, con Balaídos todavía en pie festejando el tanto de Iago Aspas, llegó el segundo. Carles Pérez combinó con Seferovic para dejar al suizo mano a mano con Dimitrievski. El portero ganó la batalla, pero el rechace golpeó en la pierna de Carles Pérez y el esférico se fue directo a la pierna de Pathé Ciss para acabar en la red. Carambola a tres bandas para cerrar el partido.

Eso sí, aún quedaba el sello de Aspas al encuentro. Porque el moañés sólo sabe marcarle dobletes al Rayo (es el tercero que le hace). Una mala entrega de Trejo hacia atrás fue suficiente para que el moañés dejara boquiabiertos a los suyos con una vaselina marca de la casa. El dolor de espalda le trae por la calle de la amargura, pero tiene talento que no hay forma de pararlo. Y el viernes hay lista de De la Fuente... El Capitán Trueno llama a la puerta.