Al Girona se le bajan las defensas y cae ante el Bournemouth
Míchel tuvo seis bajas por culpa de un proceso vírico: Tsygankov, Valery, Van de Beek, Portu, Villa y Comas. Stuani y Roca, los goleadores rojiblancos.
El Girona abandona Inglaterra, y pone rumbo a LaLiga, con muchos problemas. Más allá del 4-0 que le endosó el pasado viernes el Newcastle y el 3-2, de este sábado, contra el Bournemouth, el bloque de Míchel está en cuadro. El motivo, el cúmulo de bajas porque hasta seis jugadores sufren un proceso vírico: Tsygankov, Valery, Van de Beek, Portu, Toni Villa y Oriol Comas. A ellos, pese a que estuvo en el banquillo contra el Bournemouth, toca sumar al tocado Bryan Gil. Hay preocupación y es que el jueves, 15 de agosto, el Girona debuta en Liga contra el Betis.
El amistoso contra el Bournemouth fue un suplicio. No por la derrota, sino porque con la cantidad de bajas que hay no es lo ideal acumular minutos de más teniendo en cuenta que dentro de cinco días llega el estreno en Liga. Pero tocó cumplir con el compromiso acordado y el bloque rojiblanco presentó batalla y orgullo. Se arrancó, eso sí, a contrapié, con un equipo de Iraola lanzado al ataque que obligó al Girona a colgarse del palo, incapaz de salir de su propio campo. Juan Carlos tuvo que parar un gran cabezazo, en el minuto 2, de Philip Billing, y en el 4′ se llevó por delante a Ryan Christie. El penalti fue claro. La acción nació de un error de Ureña en la salida de balón. Kluivert fue quien lanzó la pena máxima a favor del bloque inglés y no falló. Fueron unos primeros minutos de sufrimiento extremo y la mejor noticia es que los gerundenses los sobrevivieron sin recibir más goles. Poco a poco, fueron creciendo en el partido gracias al desparpajo de Almena y Misehouy y a la experiencia de Oriol Romeu. Y en el 35′, premio. Misehouy le pasó el balón a Stuani, que dentro del área es infalible. Bailó a Smith y con un tiro cruzado firmó el 1-1. El uruguayo va afilando su colmillo de cara al inicio de Liga y es que, a la espera del sutituto de Dovbyk, es el único ‘9′ del primer equipo gerundense. Antes del descanso, poca historia más allá de un gol (bien) anulado al Bournemouth, de Sinisterra, por fuera de juego.
Para el inicio de la segunda mitad, Míchel solo hizo un cambio, pero un acierto absoluto de cambio. Joel Roca, de 19 años, tardó solo cinco minutos en lograr un golazo, el 1-2, y poner por delante al Girona. Este tanto tiene una importancia tremenda para un joven jugador que vivió un calvario el pasado curso por culpa de una grave lesión, precisamente, en agosto del año pasado. Se rompió el ligamento cruzado anterior y el menisco externo de la rodilla izquierda y no pudo disponer de ni un solo minuto en la campaña 2023-24. Ahora ha vuelto a la carga y está llamando a la puerta de Míchel.
En los minutos finales, el cansancio, sin duda, pasó factura a un Girona que intentó agudizar su modo supervivencia. Míchel tiró de todos los jugadores del filial que tenía y se topó con un Bournemouth resultón. Los de Iraola achucharon a la zaga gerundense y, en el 72′, un buen centro de Dango al corazón del área lo hizo excelente Sinisterra. Con el 2-2 y con más de 15 minutos por delante hasta el final del duelo, los ingleses quisieron ganar ante su afición y, en el 79′, sellaron la remontada. La defensa falló y Jebbison no desaprovechó el regalo de Faivre para colocar el 3-2. En el 89′, Juan Carlos se lució para desviar un cabezazo de Dango y provocó que no se moviese el marcador. Se acabó la pretemporada para el Girona con un balance de una victoria (Nápoles), tres empates (Olot, Montpellier y Espanyol) y tres derrotas (Toulouse, Newcastle y Bournemouth).
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