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Fernández y Rico comienzan a preparar un proyecto incierto

El club espera paliar las pérdidas económicas con ventas de jugadores importantes tras una temporada irregular que tiene el lunar del descenso del filial.

El Sporting intenta dejar de mirar atrás al pasado reciente y a ese decepcionante final de temporada para encarar un futuro que se vislumbra con un horizonte de nuevo lleno de nubarrones como consecuencia de unos problemas económicos que vuelven a amontonarse sobre la mesa de reuniones del consejo de administración en Mareo. De momento, el presidente Javier Fernández y el director deportivo Javier Rico han comenzado a preparar un proyecto con numerosas incertidumbres.

Resulta complicado ponerle nota al que se puede considerar séptimo proyecto de Javier Fernández desde que asumió la presidencia de la entidad, el primero para Javier Rico como máximo responsable deportivo. La ilusionante y notable primera vuelta dio paso a una decepcionante segunda mitad de temporada con la debacle final que acabó por sacar al equipo de David Gallego de la lucha por el ascenso a Primera, con el que muchos no contaban al principio. También es cierto.

La apuesta por Gallego y por un bloque casi idéntico al de la campaña anterior por las limitaciones económicas, con solo dos refuerzos (Saúl García y Nicola Cumic) a los que se sumó Víctor Campuzano en el mercado invernal, caminaba hacia el éxito pero se desplomó al final. Ahora tendrá que construirse el nuevo proyecto con la obligación de vender a jugadores importantes (Uros Djurdjevic y Manu García están en la mente de todos) y de nuevo con la escasez de recursos para realizar fichajes.

A esto habrá que añadir la incógnita que se cierne sobre la masa social. La pandemia ya redujo en casi 8.000 el número de aficionados con asiento en El Molinón. Está por ver si la fidelidad de los seguidores rojiblancos al menos se mantiene o si, por el contrario, decae otra vez como consecuencia sobre todo de un malestar generalizado por la gestión en el proceso de selección de la vuelta del público al estadio gijonés en la última jornada liguera.

El balance de la temporada tiene otro aspecto negativo en el Sporting B. El descenso del filial a la que pasa a ser la quinta categoría del fútbol español condicionará, sin duda, la formación de futbolistas que puedan ofrecer el nivel para el salto a la liga profesional.

David Gallego, que tiene contrato en vigor, ha convocado a los futbolistas para el 5 de julio comenzar las pruebas médicas que darán inicio de la pretemporada. De la plantilla actual tienen contrato con el club 13 futbolistas: Babin, Borja López y Pablo Pérez, que cumplirán al final de la próxima campaña; Mariño, Aitor García y Djurdjevic, hasta junio de 2023; Gragera y Manu García, hasta 2024; Guille Rosas, Pedro Díaz, Nacho Méndez, Víctor Campuzano y Gaspar Campos, hasta 2025.

A estos futbolistas hay que añadir la vuelta de Álvaro Vázquez y Neftali Manzambi, tras jugar cedidos en el descendido Sabadell y en Mjällby AIF sueco. Ambos tienen ua temporada más de contrato con el Sporting, que el club pretende rescindir.

Pablo García está en proceso de negociación para firmar su primer contrato profesional, al igual que Pelayo Suárez. De momento, es una incógnita el futuro del portero Christian Joel al que se apunta como objeto de una posible venta.

A la vista de la situación de la plantilla y contando con los traspasos que pueden producirse, Javi Rico ha comenzado a trabajar en la búsqueda de refuerzos. Tres o cuatro fichajes es la cifra ideal que maneja David Gallego para configurar su nuevo proyecto.

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