Ferran Martorell vuelve a ser presidente del Espanyol

Más de una década ha tenido que transcurrir para que se restituya un agravio histórico, el que tenía como protagonista a Ferran Martorell. A bombo y platillo se inauguraba, el 30 de noviembre de 2010 en el antepalco de Cornellà-El Prat, una galería con los cuadros de todos los presidentes del Espanyol. Todos, no: faltaba él.

A Martorell se le venía considerando una suerte de presidente accidental por cómo asumió el cargo, y por la duración del mismo, en 1989. Sin embargo, en realidad lo había sido a todos los efectos, y así finalmente se ha hecho constar en acta con la colocación de su cuadro, este domingo, con ocasión del partido entre el Espanyol y el Sporting de Gijón. Una restitución que, sin embargo, ha sido mucho más sobria que el error que la originó, por exigencias de la pandemia.

En la sala que desde hace unas semanas lleva el nombre del fundador del Espanyol, Ángel Rodríguez, reposa ya la fotografía de Martorell junto a otros 28 presidentes en la historia del club, algunos de ellos parientes directos suyos, los Oliveras de la Riva. Nada más y nada menos. Él fue el vigesimosegundo, entre Antonio Baró y Julio Pardo. El caso es que al fin vuelve a ser presidente.