El Girona llega al Martínez Valero con las velas abiertas, impulsado por el tremendo vendaval de resultados que le ha llevado a sumar nueve victorias y un empate en las últimas once jornadas. De las dudas iniciales, el equipo de Machín ha pasado a confirmarse, por tercer curso consecutivo, como firme aspirante al ascenso a Primera. Esta noche medirá su racha ante las dudas del Elche, atascado por debajo del ecuador de la tabla y con más incógnitas que certezas.
Los catalanes visitan Elche tras rubricar la mejor primera vuelta de su historia y encadenar su cuarta victoria ante el Sevilla Atlético. Hoy se echa a la espalda tres objetivos. Por un lado, ganar para igualar su récord de cinco triunfos consecutivos; por otro, poner tierra de por medio (nueve puntos- con Cádiz y Getafe); y, por último, vencer en un escenario donde nunca lo ha logrado. Al Elche no le da para tanto. Solo piensa en estrenar su casillero de triunfos en 2017 para ajustar el meritaje a lo que dicta la clasificación. El equipo de Toril ve más cerca el descenso que el playoff. Una derrota dejaría caer al equipo en la primera crisis de la temporada. Y las bajas no invitan al optimismo.
El Elche aún no puede contar con Borja Valle, último fichaje del mercado de invierno; pierde a Albacar para un par de semanas y Hervías es baja tras nos superar sus molestias. En el centro dará galones a Fabián, con Álex Fernández de nuevo en la derecha. En el otro costado, Liberto y Pedro son las opciones de Toril. Machín tiene más donde escoger. Sandaza será la punta de lanza, escoltado por Portu y relegando al banquillo a Longo. En su lugar entrará Borja García, el centrocampista con más calidad del equipo.