Alemania

Guardiola acaba con los egos y hace un Bayern más poderoso

El técnico español se ha hecho respetar en el vestuario y ha solucionado con mano dura los problemas que tuvo con jugadores puntuales, entre ellos Mandzukic y Toni Kroos.

Múnich

Durante estos meses de invierno, el clima en Baviera es un espejo de la situación del club grande de la región, el Bayern Múnich. Cielos azules, temperaturas rondando los diez grados y poca nieve, a estas alturas del año lo nunca visto en la capital bávara, al igual que la jerarquía que el Bayern no sólo está imponiendo a nivel nacional, sino también en Europa.

Después de 20 jornadas disputadas, el cuadro de Pep Guardiola lidera la Bundesliga con 13 puntos de diferencia con el segundo clasificado, el Bayer Leverkusen, y parece dispuesto a batir todos los registros de la competición.

Acumula 45 partidos consecutivos en Bundesliga sin conocer la derrota, ninguna esta temporada, un total de 53 goles a favor y tan sólo nueve en contra. Así de bien pintan los números actuales del vigente campeón de Europa, de los que mucha culpa la tiene Pep Guardiola. Es cierto que el de Santpedor cuenta con estrellas del nivel de Götze o Ribéry y que le dio al Bayern mas posesión cambiando el 4-2-3-1 de Jupp Heynckes por su 4-1-4-1, pero el secreto de este Bayern es otro.

“Soy un gran amigo de mis jugadores cuando aceptan lo que les digo“, comentó Guardiola al comienzo de la temporada. “Si acatan mis decisiones entonces les apoyo, pero quien no lo quiera entender, entonces acabará con frecuencia en la grada“. Una amenaza muy bien pensada. Mientras que Jupp logró alzar el triplete siendo un padre para sus jugadores, el ex del Barça sabe que la única manera de continuar triunfando es bajándoles los humos. Y para ello no duda en poner mano dura.

Al ser el único jugador que no le chocó la mano a Guardiola tras imponerse al Stuttgart en el último minuto, Mandzukic, el goleador de los muniqueses, se quedó fuera de la lista frente al Borussia Mönchengladbach. Al centrocampista Toni Kroos le tocaron dos partidos en el banquillo por hacerse público que pretendía una subida de sueldo (es el decimoquinto mejor pagado). Dos toques de atención que les sirvieron a los jugadores para centrarse en el fútbol: de los cinco goles que el Bayern le metió al Hamburgo en Copa el pasado miércoles, Mandzukic marcó tres. Kroos brilló con dos asistencias.

“El partido más importante siempre es el que viene“, afirmó Guardiola ayer en la rueda de prensa previa al partido de hoy frente al Friburgo. El técnico volvió a repetir que los jugadores tienen que respetar sus decisiones. Así ha conseguido controlar los egos de un vestuario complicado. De momento, las victorias y los récords le dan la razón al español, pero algún día las derrotas volverán a Múnich. Igual que el frío, las nubes y la nieve.

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