La jerarquía de Torres se impone ante Italia

El debate del 9 es artificial. Un truco de Del Bosque. El seleccionador ha buscado a propósito la situación. Siempre ha dicho que "los debates futbolísticos son saludables". Por eso esta semana ha escondido la carta del 9. Un día puso a Torres, otro a Negredo y en alguna ocasión a Llorente. Pero cuando no había miradas indiscretas, en el entrenamiento del jueves a puerta cerrada, Del Bosque puso juntos a Torres y Negredo. Fue para despistar.

 Pedro de lateral izquierdo junto al resto de la defensa titular. Enfrente puso a Torres y a los tres centrocampistas ofensivos: Silva, Iniesta y Mata. Y esta prueba sí que resultó ser definitiva. Porque Pedro no hizo de Pedro ese día. Hizo de Giaccherini. Y Torres se ocupó de taparle.

Del Bosque quiere controlar a los carrileros italianos (el propio Giaccherini y Maggio, al que tapará Arbeloa) y el punta que esa tarde cerró el espacio fue Torres, no Negredo. Ésta es la pista buena. Y por eso el Niño es el que tiene más opciones de ser titular ante la selección azzurra. Cada uno de los delanteros de la Selección ofrece ventajas distintas, pero también complementarias. Torres tiene a su favor su jerarquía.

Campeón de la Champions y de la Copa de Inglaterra, el Niño ha marcado sólo once goles esta temporada con el Chelsea. Tras un año difícil en el que no fue convocado para el último amistoso contra Venezuela, en Málaga, él mismo se vio fuera: "Temí que iba a ver la Eurocopa por la televisión". Torres ofrece potencia, velocidad y remate. Va bien de cabeza y está hecho a fajarse con los defensas más duros del continente, como es el italiano Chiellini.

Opciones. Negredo es una apuesta del seleccionador. El sevillista mezcla bien con el tiqui-taca y es capaz de partir desde la banda izquierda, el sitio desde el que arrancaba Villa. Llorente no entra en las quinielas para el primer partido, al menos como titular. Injustamente relegado al papel de abrelatas, el delantero del Athletic, no marcó en los últimos cuatro partidos de Liga ni en las finales de la Europa League y de la Copa del Rey. Pero será necesario muchas veces porque, de los tres, es el mejor para atacar las defensas cerradas.

La otra opción es jugar sin nueve. Para este papel están Cesc y Silva. Pero en 55 partidos, Del Bosque sólo ha probado en uno con un falso nueve.