GRUPO C | ESPAÑA

Jornada de fiesta y hospitalidad

Ni un balcón sin la bandera de España. Lo curioso es que, a diferencia de otros lugares, no especulan con la presencia de la Selección para hacer negocio.

Gniewino amanecía gris y plomizo. Primer día de lluvia desde que estamos aquí. Esa imagen coincidía con la terrible noticia de la muerte de Preciado. Mezcla de lágrimas. Se acentuaba más la sensación de vacío al salir a la calle. Ni un alma. Fiesta de guardar en Polonia. El Corpus. Pero los desplazados no damos tregua. A vueltas con el nueve que jugará ante Italia, el barullo de la sala de prensa con 200 periodistas ávidos de tener un minuto con los internacionales y la tensión de la víspera del partido inaugural. ¿Día de fiesta? Servía de consuelo notar la hospitalidad de la gente de aquí. Ni un balcón sin la bandera de España. Ni un visitante sin una sonrisa de amabilidad. Lo curioso es que, a diferencia de otros lugares, no especulan con la presencia de la Selección para hacer negocio. Los mismos comercios, los mismos precios. Gente sencilla que no da crédito al trajín que nos traemos mañana, tarde y noche. Dado que los jugadores asoman sólo en los entrenamientos, la curiosidad se centra en la cobertura que damos los medios.

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