Europa League | Lazio - Atlético de Madrid

Vacaciones en Roma

El Atleti visita al Lazio tras la audiencia con el Papa.

reuters

El 16 de diciembre se sortearon los dieciseisavos de la Europa League y cuando al Atleti le cayó el Lazio sonó a coco temible. Hoy, dos meses después, la escuadra romana asusta lo justo, tanto que los rojiblancos aprovecharon la estancia en Roma para visitar al Papa, hacerse unas fotos y aprovechar el viaje para algo más que jugar un partidito de fútbol. ¿Partidito? Pues no. Ni mucho menos.

Es cierto que el invierno ha rejuvenecido al Atleti con el método Simeone. Seis partidos lleva el Cholo al frente y los rojiblancos ni han perdido ni han encajado un gol, rozan la Champions y miran esta Europa League con otros ojos, los ojos del aspirante. Si pasan esta ronda, esperaría en octavos el vencedor del Braga-Besiktas, presumiblemente los turcos que ganaron 0-2 en Portugal en la ida, y una vez en cuartos, si llegaran, cualquier cosa. No suena descabellado.

Y mientras el Atleti recuperaba el resuello, el Lazio se descosía tras un prometedor inicio de temporada. Primero fue la plaga de lesiones (Rocchi, Mauri, Brocchi, Radu...) y, luego, las ventas invernales, Cissé y Sculli. El talento superior de Hernanes y la sorprendente transformación de Klose (11 goles ya en el Scudetto), ya con 33 años, de jugador de selección en futbolista de club le han dado para mantenerse tercero en liga, pero la sensación es que va a menos.

Plan claro. Reja no engaña a nadie. Su Lazio espera atrás, tan sobrado de seriedad como escaso de juego, y sale rápido. Sólo Matuzalem da algo de pausa en el medio, pero la idea es clara y comprensible: que el balón le llegue cuanto antes a Hernanes. El brasileño decide, crea y distribuye. Sólo Candreva, intentando quitarse el cartel de eterna promesa, puede echarle un cable. Si no, al Lazio le queda encomendarse a Klose y al disparo, lejano o a balón parado, de Hernanes. Son argumentos escasos, pero apreciables.

Otro factor a tener en cuenta será el estado del Olímpico. El sábado nevó y, además, se jugó el Italia-Inglaterra del Seis Naciones de rugby. Después, el césped se ha congelado cada noche. No será, por tanto, una hermosa y acogedora pradera.

En el Atleti, el único contratiempo es la ausencia de Tiago, punto focal de la revolución Simeone. Le sustituirá Mario Suárez. Por lo demás, el Cholo incumple una máxima del entrenador-inventor y no toca lo que funciona. Se agradece la sensatez. Sílvio tendrá que ganarse la vuelta al once y, en ataque, se espera que Diego y Arda mantengan el nivel creativo y Adrián y Falcao recuperen la puntería. Si Gregory Peck encontró en Roma una princesa despistada con la cara de Audrey Hepburn, esto tampoco me parece tanto pedir. Un golito y final feliz.

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