guadalajara | El primer refuerzo está a punto

Collado está casi hecho a falta sólo de la firma

El punta de 21 años llega procedente del Atlético B

S. Alberruche
chema díaz

Casualidades del fútbol. El mismo día que Carlos Terrazas, entrenador del Guadalajara, cargó contra los rumores sobre posibles fichajes, se conocieron los detalles sobre el primer refuerzo de su equipo en el mercado invernal. José Antonio Collado Herrera, delantero que milita en el Atlético B cedido por el Sporting de Braga, es el delantero que se buscaba. Pese a que el club alcarreño no quiso confirmar ayer su próxima incorporación, el acuerdo para que llegue cedido es total y sólo falta que el ariete estampe su firma.

Nacido en Santa Lucía de Tirajana el 24 de marzo de 1990, Collado ha militado en el Vecindario, Las Palmas, Villarreal y Gimnástica de Torrelavega. Tras fichar por cuatro años por la entidad lusa, Collado ha estado cedido el último año y medio en el filial rojiblanco y el pasado verano realizó la pretemporada con el primer equipo a las órdenes de Gregorio Manzano.

Y precisamente Terrazas criticó ayer los continuos rumores de fichajes: "Son una falta de respeto hacia mis jugadores. Hablar tanto de estas cosas lo interpreto así hacia los futbolistas que están en la plantilla. Estamos haciendo una gran temporada y hay que valorar el trabajo y el rendimiento de nuestros jugadores. No se puede estar hablando siempre de hipótesis, de cosas que no se sabe si van a suceder".

El entrenador lanzó un mensaje muy claro: "El sábado viene el Valladolid y, sin embargo, llevamos dos meses hablando todos los días de cosas que no tienen tanta importancia".

Terrazas: "Asumo lo que digo"

Terrazas también quiso reafirmarse en sus declaraciones del pasado viernes, en las que mantuvo que el Guadalajara se iba a salvar "con la gorra", y que han levantado polémica: "Si por algo me caracterizo es por decir lo que pienso y pensar lo que digo. El año pasado dije que meternos en el playoff era un objetivo muy fácil y, si no hubiera dicho eso, creo que habría sido difícil ascender. La gente se reía de mí y me llamaron presuntuoso, aunque yo tengo mi manera de trabajar y nadie me puede achacar que no asuma las responsabilidades de lo que digo". El técnico añadió que no quiso ofender a ningún rival: "No creo que nadie se haya sentido despreciado por mis declaraciones".

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