Liga Adelante | Villarreal B-Celta

El ataque más letal no entiende de maldiciones

Los celestes buscan ganarle a un filial 33 meses después

Abraham Martínez
SANCHOFOTO

Fue el 17 de enero del 2009, la última vez que el Celta derrotó a un equipo filial. Han pasado 33 meses desde aquella noche en la que el Sevilla Atlético caía en Balaídos (2-0), con goles de Michu y Ghilas. La maldición con estos conjuntos es tal, que por ejemplo hace dos temporadas, el Celta de Eusebio perdiera los dos partidos con el Villarreal B en Liga, pero eliminara al primer equipo del submarino amarillo en Copa.

El antídoto de los de Herrera para poner punto y final a este gafe es tan simple como efectivo, lograrlo a base de marcar goles. Con esta fórmula en la última semana han conseguido hacer desaparecer a las 'meigas' de Balaídos, donde la crisis de resultado ya es historia. Al letal ataque vigués sólo le interesa una estadística, haberse convertido en el equipo más realizador de la categoría. La dinamita celeste más devastadora estará esta tarde sobre el césped. El cuarteto de ataque lo formarán De Lucas, Bermejo, Joan Tomás y Aspas. Para explicar el estado de forma que atraviesan, sólo indicar que el Pichichi de la categoría, David Rodríguez, quedará de inicio en el banquillo. Casi nada.

Defensa de estreno.

Aunque los olívicos no han encajado ningún gol en los dos últimos partidos, Herrera sigue buscando una defensa de garantías. Esta tarde, y una vez más, el técnico estrenará zaga. Para ello renunciará a una de sus máximas, que dos centrales zurdos no son compatibles. Túñez y Catalá formarán por primera vez pareja. En los laterales Oier parece tener ventaja sobre Hugo Mallo en la derecha, Roberto Lago regresará a la banda izquierda y Vila se ha quedado en Vigo por decisión técnica. Álex y Oubiña llevarán el mando en el doble pivote.

Pedro Vázquez se queda sin reencuentro

El puente aéreo entre Vigo y Vila-Real no ha dejado de funcionar en los últimos años. Al cuadro vigués han llegado procendentes del submarino amarillo el entrenador, Paco Herrera, y dos jugadores, Joan Tomás, la pasada campaña, y Natxo Insa, este último verano. El mismo camino, pero a la inversa, lo recorrieron dos futbolistas actualmente en el conjunto castellonense. El portero Diego Mariño, que se formó en el fútbol base vigués pero nunca llegó a jugar en el Celta, y el extremo Pedro Vázquez. El atacante de O Calvario abandonó este curso el filial celeste y regresó a Vila-Real, donde ya estuvo en su etapa de juvenil. Se trata de un futbolista de mucho talento, que nunca llegó a debutar en el primer equipo olívico y tras no sentirse valorado en el club de su ciudad, está teniendo minutos en Segunda con otra camiseta.

Lo más visto

Más noticias