Liga Adelante | Villarreal B 0 - Hércules 1

La rodilla de Urko Vera carga de razón a Mandiá

El vasco caza la quinta victoria seguida en el descuento.

ALEGRÍA. Urko Vera celebra de esta forma el gol de la victoria conseguido en el minuto 93.ángel sánchez

Urko Vera está empeñado en destrozar crónicas precocinadas al filo de la medianoche. Ya lo hizo en Copa, contra el Alcoyano, y ayer repitió. El vasco marcó el gol del triunfo para el Hércules en el último segundo del partido y, de esta manera, lanza al equipo blanquiazul a la estratosfera de la clasificación. 25 puntos de 30 posibles, una trayectoria gemela a la que vivió el Hércules de Manolo Jiménez en el curso 1995-96. También ganó aquel equipo partidos sin merecerlo y tuvo la dosis justa de fortuna para ponerse arriba desde el principio a pesar de que el equipo no estaba hecho para salirse de la tabla. Igual que este Hércules.

Urko se estrenó en Liga y cargó de razón a Mandiá que había planteado el partido igual que en Tarragona: control, seguridad atrás, madurar el partido y esperar que entre alguna. Y de momento están entrando, aunque sea con mucha fortuna y en el descuento. Mandiá dio pábulo ayer, de entrada, a los que le critican por amarrategui. Además del trivote colocó a Arbilla, habitual central o lateral, de extremo derecho. Sin embargo, ¿quién se atreve a decir algo en contra cuando, además de la puntuación, los tres hombres que dio entrada fabricaron el gol del triunfo? Y es que Calvo forzó la falta, Míchel la botó al segundo palo y Urko Vera la introdujo en la meta más por obcecación que por calidad. Con la entrada de los dos primeros, el equipo había mejorado. Pero la guinda fue que entre ambos fabricaron el tanto y Urko, que entró después, cazó la quinta victoria seguida y afianzó el liderato.

Fortuna. Lo más justo ayer habría sido el empate. El Hércules ganó con un único disparo (si puede considerarse como tal el rodillazo de gol de Urko) entre los tres palos aunque es cierto que Falcón sólo tuvo que intervenir en un par de tiros de larga distancia. Pero la inercia positiva que arrastra a este bloque puede con todo. Ayer todo el herculanismo habría considerado como bueno el empate. La victoria ya es de ciencia ficción y con este colchón de puntos a Sergio y Mandiá cada vez les va a costar más convencernos a todos de que el objetivo no es el ascenso.

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