"No quiero cargar a Aganzo de mucha responsabilidad"

A Juan Carlos Mandiá no le gusta la etiqueta de fichaje estrella que muchos le han colocado a David Aganzo. El técnico blanquiazul es consciente de que el madrileño tiene que marcar las diferencias, pero no quiere añadir más presión al jugador. El herculanismo espera con impaciencia la presencia de Aganzo en el once, pero para Mandiá no es una prioridad en estos momentos. De hecho, ayer se sinceró y admitió un error que palpa en el ambiente. Tan rotundo como un "hemos metido la pata", sirvió para liberar a Aganzo, que sigue luchando por recuperar su mejor estado de forma.

"Hay un tema que no me gusta y creo que estamos cargando a Aganzo de excesiva responsabilidad. Hablamos de Aganzo, Aganzo y Aganzo. E igual hemos metido la pata. Queremos convertirle en un guerrero a nivel físico pero no quiero cargarle de excesiva responsabilidad", matizó Mandiá, quien recordó que su Hércules se caracteriza por moverse en escenarios en los que brillan "los ejércitos, los grupos".

Cerrado el tema Aganzo, Mandiá tiene sus cinco sentidos puestos en el Alcorcón. Un enemigo que ya no sorprende a nadie y que "va a dar guerra durante todo el año". Su 4-0 al Deportivo ha servido como carta de presentación y como aviso al grupo, que "ya tiene las pilas cargadas". "Lo bueno de esto es que todo el mundo ya está en alerta para recibir al Alcorcón. Todos estamos colocados y sabemos qué rival viene", añadió Mandiá. "Enfrente vamos a tener a un equipo consolidado, que tiene jugadores que llevan 2.000 partidos en Segunda", argumentó el entrenador.

Sin once. Para seguir arriba, Mandiá sigue dándole vueltas a su equipo. El gallego aún no tiene un once ideal, ya que muchos de sus jugadores llegaron poco antes del inicio. "Urko, Escassi, Carlos Calvo, Arbilla o Aganzo, entre otros, no han sumado ni un minuto en pretemporada. Por tanto, es difícil que hagan un fútbol bonito y se acoplen tan rápido", dijo Mandiá, quien destacó una vez más la piña que hay dentro de la caseta.