Un golazo de Orellana evita el triunfo pucelano

Tardó el Valladolid en disparar a puerta. Concretamente 65 minutos, pero cuando lo hizo fue certero. Javi Guerra demostró porqué es uno de los mejores delanteros de Segunda y en la primera acción que dispuso fusiló a Yoel. Los pucelanos no habían hecho nada hasta entonces, pero tenían el control del partido gracias a un sensacional Nafti. El mediocentro estuvo en todas las partes del campo, inconmensurable en labores defensivas y con la cabeza despejada a la hora de sacar el balón jugado.

El único que contrarrestó el control pucelano fue De Lucas. Ante la falta de ideas de sus compañeros, el catalán lo intentó en solitario. Sus internadas a lo Juan Palomo fueron suficientes para poner en jaque a la zaga visitante, pero un perfecto Jaime siempre se interponía entre el balón y la red. Los minutos corrían y el Celta se desesperaba, mientras el Valladolid se frotaba las manos.

Expulsión. Todo cambió a quince minutos del final. Pino Zamorano expulsó a Álvaro Rubio por doble amonestación y Djukic se vio obligado a replegar a su equipo. El Celta atacó a partir de ahí con más corazón que cabeza, impulsado por el calor de una grada que estaba dispuesta a perdonar los errores cometidos por Herrera, que fueron muchos y de bulto, con el objetivo de conseguir una remontada épica que evitara una crisis que parecía cada vez más evidente.

Los cambios del técnico vigués fueron incomprensibles, especialmente el último. Cambiar a un lateral por otro, Bellvís por Lago, no parecía el recurso más ofensivo para darle la vuelta a la situación, y máxime contra un equipo en inferioridad numérica. La grada no lo entendió y así se lo hizo saber. El Valladolid seguía resistiendo sin excesivos problemas las acometidas celestes. Sólo Mongil, quizás algo nervioso, estuvo impreciso en alguna acción puntual.

Y cuando el choque agonizaba, llegó el milagro. Orellana ejecutó de forma magistral una falta desde la frontal, ante la que Jaime no pudo más que aplaudir. El empate quizás sea justo, pero el Celta sigue dejando dudas. El punto es pan para hoy y hambre para mañana.

Herrera: "El resultado nos debe dar fuerza"

"El resultado final nos tiene que dar fuerza. Tenemos que tomarlo como el primer paso para algo bueno. Sin embargo, por las ocasiones de gol que desperdiciamos, el empate no me deja satisfecho. El Valladolid ha dominado al inicio de la segunda parte, pero el resto del partido fue nuestro. En la primera mitad jugamos con el mismo dibujo táctico que la temporada pasada. Después tuve que cambiarlo porque estábamos perdiendo el centro del campo".

Djukic: "Fuimos un bloque sólido"

"Estoy muy contento con el trabajo de mi equipo. Hemos jugado contra un gran conjunto que maneja muy bien el balón y que es un serio candidato para conseguir el ascenso a Primera. Nosotros hemos sido un bloque muy sólido durante todo el partido. Hablando de los árbitros no puedo cambiar nada, pero la expulsión de Álvaro Rubio ha sido muy rigurosa. En la primera parte hubo una jugada igual en el área del Celta y el árbitro indicó que la mano era involuntaria".