El Zaragoza cierra filas en su día más difícil

Gracias al goal-average particular, ganado al Deportivo (antepenúltimo), el Zaragoza se mantiene fuera de la zona de descenso, pero la derrota ante el Osasuna supuso sin duda el golpe más terrible e inesperado que ha sufrido La Romareda en los últimos meses. Quizá incluso en años. La cautela del equipo y los cambios de Aguirre animaron la remontada del Osasuna y, por ende, las críticas y la decepción del entorno. No obstante, el Zaragoza no ha caído en el desasosiego ni ha estallado de nervios sino que refuerza su unidad y convicción en alcanzar el objetivo.

Ayer, en su día más difícil, paladeando la resaca del tremendo varapalo del domingo, el Zaragoza cerró filas y reforzó su unión para levantarse una vez más hacia la permanencia, con Agapito Iglesias dando un paso adelante. El presidente visitó el entrenamiento y transmitió su firme apoyo a la plantilla y a Aguirre. Agapito habló, primero, en pequeños grupos, y después, individualmente con cada miembro del equipo. Y hoy liderará la expedición zaragocista a San Sebastián, viajando con la plantilla, para el partido de mañana.

Otro partido frente a un rival directo, otra final por la permanencia. El vestuario del Zaragoza, que anteriormente ha manifestado su malestar al presidente por los retrasos económicos, ha valorado muy positivamente su actitud en un día tan difícil y ve en ella un gran apoyo para afrontar los días más decisivos de la temporada. El mensaje fue nítido: "No hay nada perdido, confío en vosotros". El entrenador y los futbolistas tendrán mañana, contra la Real Sociedad, la oportunidad de compensar la derrota ante el Osasuna.