Bestias y permanencia

Según el siempre locuaz Manolo Preciado: "Salvo ocho o diez, todos chinos". Es la paradoja de una temporada inusual que ha disparado las cifras, antes necesarias, para descorchar la botellita de Moet en señal de fiesta salvadora. Faltan tres jornadas y los 43 puntos que tiene el Sporting, noveno clasificado, no le garantizan la permanencia (aunque la tenga muy cerquita). No refuta los argumentos de Martín Demichelis, quien frena la euforia que se vive en el entorno de un Málaga que va como un cohete. Lleva cuatro triunfos consecutivos, el último dando una exhibición de fútbol total y pleno en el Vicente Calderón contra el Atlético del Kun Agüero que venía lanzado y al que cortaron radicalmente las alas. "Todavía no hemos conseguido nada", proclama Micho. El Málaga tiene 42 puntos, cinco más (con tres jornadas menos) que los 37 con los que los malagueños eludieron un descenso, otrora más barato.

No creemos que Málaga y Sporting pacten un empate 'digno y equitativo'. Puede que tan rácano puntito viniera mejor a los asturianos, pero ahora es complicado asegurar que con 44 uno se libre del infierno tal y como se ha puesto de comprimida la Liga de la mitad para abajo.

Con lo que ha sufrido el Málaga, tres meses en descenso, lo de ahora es música de ópera prima. Sus Bestias están de dulce. El potencial ofensivo de este Málaga, notablemente mejorado en su zaga, ayuda en la optimización de su mejor juego colectivo: los gijoneses también reaccionaron en su momento gracias a una brillante racha victoriosa cuando peor lo tenía Manolo Preciado. Su jornada pasada se resolvió de un modo que indignó a Miguel Ángel Lotina. Dos penaltis que dieron un puntito al Sporting quitaron dos al Depor y el Málaga tan feliz.

El preparador cántabro de los asturianos, a todo esto, introduce ocho cambios en su equipo. Lo mismo que hizo un día contra el Barcelona y que desató las iras de Mourinho. El Sporting parece sosegado y seguro de sí mismo. Pero saldrá a ganar.