El Carrusel

El personaje: Alves se cegó a sí mismo como el trágico Edipo

Ayer ocurrió de nuevo. Dani Alves recibió un manotazo en el pecho y se llevó las manos al rostro, sintió un contacto bajo el cuello y lo focalizó en la cara. No se lo pensó. Ni siquiera la denuncia entre semana de The Wall Street Journal sobre las dotes actorales de los futbolistas del Barça ha amainado la tendencia natural del brasileño hacia el fingimiento. Esas virtudes dramatúrgicas hicieron al rotativo decir que los culés "se retuercen en el suelo como Desdémona en el Otello de Verdi". Esta vez la interpretación del lateral fue más allá. Incluso rozó la tragedia griega. Callejón braceó en la carrera hacia el balón y Alves entendió ese contacto como una agresión. Su reacción fue como la de Edipo en la obra maestra de Sófocles, Edipo Rey, cuando el protagonista se ciega a sí mismo al descubrir la desdichada verdad de su vida. Pero detrás de esas manos no había nada. Sólo una falta alarmante de compañerismo y deportividad.

Tener calidad de vida mejora a un jugador

La vida de un futbolista se compone de mucho tiempo libre, el que transcurre entre un entrenamiento y el del día siguiente. Los jugadores lo saben y por ello le dan prioridad a una u otra ciudad dependiendo de las alternativas que le ofrezcan a él y a su familia. Es el caso del osasunista Camuñas. Después de jugar en clubes de Madrid, Murcia, Xerez y Huelva, ha logrado una mayor estabilidad ahora en Pamplona. Su mujer ha hecho buenas migas con la ciudad y sus hijas disfrutan en el colegio. No es de extrañar. La capital navarra está considerada por la OCU como una de las de más calidad de vida de España. Por ello, Camuñas disfruta en Osasuna. Ayer lo hizo marcando un gol.

Benzema es como una brújula fija para Cristiano

El Madrid volvió a golear con suficiencia en un escenario complicado, como hiciera hace 15 días en Valencia. El Sevilla fue su víctima en esta ocasión, agitado por los aires ante el insaciable apetito carnívoro de Cristiano. Para él fueron los focos y las portadas. Bien. Pero cabe destacar también la mejoría del portugués cuando a su lado tiene a un delantero asociativo como Benzema. De hecho, faltó en los dos partidosde Champions ante el Barça y el resultado general y particular de Cristiano es el consabido. El francés parece circular con aire desaliñado por el campo, pero sus movimientos son grietas por las que entrar, sus paredes alternativas que explotar, su presencia un poste sobre el que virar. Todo explorador necesita una brújula. Y la de Cristiano es Benzema.

Gámez: un lateral con el influjo de Juanito

Fuengirola es tierra de sol y playa, de pescaíto frito y fideos a la banda, de Noches del Castillo y procesiones marítimas durante la fiesta de la Virgen del Carmen. Pero también de excelentes futbolistas. El más ilustre, sin duda, fue el trágicamente fallecido Juanito. Quizá por eso su espíritu perdura en las escuelas del pueblo. De una de ellas salió Jesús Gámez, el lateral derecho del Málaga que en sus subidas por banda posee esa peculiaridad ofensiva de quien fue su ídolo. Las lesiones y su discutible recolocación como central le tenían amargado, pero desde que ha vuelto al costado diestro nutre de buenos centros a sus compañeros. Como a Baptista en el Calderón. Como a muchos otros obsequió antes Juanito, el fuengiroleño por antonomasia.

El fútbol matinal y la cúltura cerrada

El fútbol matinal volvió a Primera con el Mallorca-Villarreal. El motivo ya no es aquel que llevaba al Rayo a jugar en los 90 por la mañana para evitar cruzar sus horarios con los de los grandesequipos de la capital, Madrid y Atlético. Esta vez el propósito es puramente de negocio. Se trata de expandir a partir de la temporada que viene nuestro fútbol a Asia, lo que obliga a adelantar los horarios para hacerlos coincidir con el prime time del continente asiático. La idea es ambiciosa, pero fuerza a cambios en los hábitos de un domingo cualquiera. Se modifican agendas, planes, ritmos, reuniones familiares. Se renueva toda una cultura. El fútbol se ha asociado históricamente a las 5 de la tarde y variar esa querencia es difícil. Ayer, sin embargo, en el primer ensayo plausible, Son Moix registró la tercera mejor entrada de la temporada -17.924 espectadores-, sólo superada por las visitas de Madrid y Barça. Es decir, si se toma como una fiesta, pasar la mañana en el fútbol también tiene su aquel.

El descenso es más oscuro que nunca

El fantasma del descenso merodea por media España, enfundado en una sábana blanca y emitiendo misteriosos zumbidos. Viaja de aquí a allá con aires amenazantes, sobrevolando estadios, encogiendo los corazones de los atemorizados hinchas. A falta de tres jornadas, no se salvan de su dominio ni aquellos que hace unas semanas celebraban victorias como definitivas. Tampoco los que se aferraban a los 42 puntos que, históricamente, se han marcado como suficientes para mantener la categoría. Ya ni eso basta. La victoria de Osasuna en Zaragoza comprime de tal manera las cosas que hasta once equipos corren aún el riesgo de ocupar alguno de los dos puestos que suponen jugar la próxima campaña en Segunda. El otro, desde este sábado, pertenece al Almería, que tras cuatro años en la élite se despide de lo más granado del fútbol español. Pero esas dos plazas sin dueño son las que quieren evitar todavía el resto. El Hércules es el peor colocado. Su derrota en casa ante el Racing le sitúa ya a seis puntos de la salvación, con sólo nueve por disputarse. Sólo un milagro podría dejar a los alicantinos en Primera un año más. Mucho más dramático será dirimir el tercer cajón de descenso. Hay diez equipos aglutinados en apenas cuatro puntos, los que van desde los 43 del Sporting a los 39 del Depor. Eso convierte la recta final de la Liga en una ruleta rusa en la que morirá quién antes se tope con la recámara cargada. Influirán también los duelos directos, dramáticos en algún caso, convenientes para ambos contendientes en otro, que pondrán más picante a tres jornadas de auténtico infarto. Y todo ello ante los ojos de un fantasma más inquietante que nunca.

Otro novel en el Camp Nou

Isaias, mediocentro del Espanyol recién subido del filial, volvió a contar con algunos minutos en el Camp Nou. Muchos jugadores noveles están teniendo la oportunidad este año de jugar sobre tan selecto tapete. ¿Son premios o minutos resueltos?

David López, penalti perfecto

David López marcó su penalti ante el Levante de forma magistral, por la escuadra y fuerte. Los puristas dicen que un penalti bien tirado es aquel que acaba entrando. Pero hay formas y maneras. La del riojano rozó la perfección. Difícil de mejorar.

Adrián demostró su calidad en El Molinón. El asturiano es uno de esos jugadores que termina contrato y, lejos de desentenderse, está dando lo mejor pese a su adiós.