Perera cambia el guión

Cuando a los 20 segundos de juego, Jonathan Viera se quedó sólo ante Willy Caballero, se vio claro que éste iba a ser un partido de muchos goles y de poca rigidez defensiva. Y así fue. El delantero canario no aprovechó esa concesión de la zaga ilicitana pero sí hizo despertar a un Elche que, con una alineación sorprendente, tardó un poco más en conectarse al partido que su adversario. Bordalás echó mano del tinerfeño Ángel para jugar en la banda derecha y colocó a Bodipo como iceberg en ataque.

Los dos equipos salieron dispuestos a hacerse con el balón y a presionar muy arriba la creación del equipo contrario, lo que propició que intensidad y ritmo no le faltaran al juego. Otra cosa fue la lucidez en los metros finales de los delanteros.

Tras un par de acercamientos locales, en los que Bodipo y Ángel no estuvieron acertados, Las Palmas golpeó primero. David González dibujó un pase al hueco que desconectó la defensa local y dejó a Álvaro Cejudo sólo ante Caballero. El canario, con un toque sutil con el exterior del pie, superó al meta argentino en su salida y adelantó a su equipo.

Con la ventaja, Las Palmas prefirió ordenar sus líneas y defender esa renta, ayudado por las escasas ideas que evidenció el Elche. Y a falta de goles, los ilicitanos sí celebraron, al menos, la tibieza del árbitro a la hora de mostrar cartulinas. Primero, perdonó la expulsión a Wakaso por un manotazo, sin el balón en juego, a Cejudo. Y luego, miró para otro lado, cuando Pelegrín hizo una falta al borde del área que pudo significar su segunda amarilla.

Tras el descanso, el panorama no varió demasiado. Etxeita y Ángel tuvieron el empate en sus botas pero hasta la entrada de los cambios del Elche el guión no cambió. Xumetra y Linares devolvieron el orden y el sentido al planteamiento franjiverde y a partir de ahí llegó el mejor rato de fútbol local. El delantero salió encorajinado y a los ocho minutos de saltar al campo, logró el empate tras desviar de cabeza, al fondo de las mallas, un centro desde la izquierda de Kike Mateo.

La remontada local parecía encarrilada pero Las Palmas volvió a sacar las uñas. Una brillante jugada de Jonathan Viera, que aprovechó un autopase ante la inocencia de la defensa del Elche, acabó con el balón en la red de Caballero. El argentino no tapó bien su palo y, raro en él, cometió un error de principiante.

Desenlace.

En ese momento, Bordalás se volvió a encomendar a Perera buscando la heroica. Y el extremeño le demostró, en un cuarto de hora, que no ha perdido su olfato goleador. En el tiempo añadido, volvió a demostrar su astucia y metió la puntita lo suficiente para despistar a Pindado que se lanzaba para detener un disparo de Ripa.