Naufragio en Roma

El Deportivo cerró la pretemporada ofreciendo dudas y traicionando todos sus principios de este verano. Lotina le dio una oportunidad a gran parte de los teóricos suplentes y defraudaron, sobre todo, en defensa. Estuvieron muy imprecisos durante todo el partido ante el Lazio y lo pagaron en la segunda mitad.

Como si ya no fuese un equipo de la suficiente entidad, el Depor quiso darle más ventajas aún al Lazio desde el inicio. Los elegidos por Lotina salieron dormidos e imprecisos en su entramado defensivo. Zárate dio el primer aviso en un balón que salió cruzado, pero al filo del minuto diez ya no falló. El equipo romano se aprovechó de una mala decisión de Aythami a la hora de tirar la línea y Brocchi no dejó pasar la oportunidad para brindarle un gol en bandeja al argentino.

Ese tanto obligó al Depor a espabilar, pero desde su estilo, sin volverse loco. El balón empezó a ser el eje del partido y por momentos se le veía con excesiva lentitud en la circulación, pero poco a poco se fueron adueñando del duelo. El momento culmen de este primer acto llegó en el minuto 23 en una jugada casi paradigmática de lo que desea Lotina para su equipo. Le llegó un balón a Felipe Ramos, quien sin ansiedad cedió a Zé Castro. El portugués prolongó el balón a Seoane, que se lo pasó a Míchel y ahí fue donde surgió el chispazo. El valenciano arrancó, dio dos pasos hacia adelante y le mandó un balón en profundidad perfecto a Adrián, al que no le tembló el pulso ante Muslera. Toque, movilidad, precisión, verticalidad y remate. Poco más se le puede pedir, aunque la jugada quedó un poco deslucida por un posible fuera de juego de Adrián.

Conexión ofensiva. Ese gol fue el pistoletazo de salida para los mejores minutos de un Depor que se apoyó en ataque en la conexión Adrián-Míchel. Minutos después invirtieron los papeles de la jugada del gol y estuvieron cerca del segundo. El tramo de buen juego coruñés se cerró con un par de ocasiones, una de ellas de Antonio Tomás. Y a partir de ahí el Lazio recobró el mando. Achuchó y vio como le anulaban un gol a Zárate en fuera de juego y como la defensa coruñesa le regalaba una ocasión inmejorable tras un saque de esquina propio, pero el árbitro desactivó esa oportunidad con otro fuera de juego.

La segunda parte sirvió para que los dos equipos se quitaran las ataduras y se lanzaran al ataque, aunque con más intención celeste y más sensación de peligro coruñesa. Un detalle podía desequilibrar el duelo y ése fue un penalti muy discutible. Laure rozó a Hernanes, al que le regalaron el debut perfecto con un tanto de penalti. El Depor se vino abajo y en otra imprecisión defensiva, Floccari batió con saña a un aceptable Felipe Ramos.