La venta de Silva marca el resto de la planificación

Tras los movimientos en la delantera che, en la que urgía traer a un primer espada como Roberto Soldado para suplir a David Villa, la planificación deportiva sufre ahora una pausa, sobre todo en cuanto a incorporaciones. Tras las llegadas de Ricardo Costa, Topal, Feghouli y el ex del Getafe, la intención de Manuel Llorente es la de que no se firme a nadie más hasta que no se venda a David Silva, aunque de momento su salida está fría porque no hay ninguna oferta por él.

Las dos siguientes piezas que se quieren encajar en la plantilla son las de otro delantero (que supla la vacante de Zigic) y la de un centrocampista organizador, pero el presidente no tiene prisa en avanzar estas operaciones. Así se lo ha transmitido Llorente a los suyos, que saben que antes de afrontar otra operación de coste elevado, deberá salir Silva, que no se venderá por menos de 35 millones de euros, o al menos más de 30 más variables.

De ese dinero, los ches podrían reinvertir en la plantilla de la 2009-10 unos nueve millones más. Con esa cantidad, la prioridad sería cerrar al Tino Costa (el Montpellier pide ocho millones) y completar una oferta adecuada para el segundo delantero que se firme, pues aún están lejos de lo que el Mallorca pide por Aduriz.