Europa League | Valencia -Werder Bremen

El Valencia quiere llegar a Hamburgo vía Bremen

Villa, Silva y Mata ante el máximo goleador del torneo

Miguel Á. Vara
david gonzález

Queda mucho para la final, pero no habrá final si no se supera el escollo del Werder Bremen. Esta Europa League es una sucesión de finales a doble partido en las que el margen para el error es poco pues, metidos ya en rondas importantes, los rivales son tanto o más que tú, con lo que las remontadas en campo ajeno quedan casi descartadas. Un tropiezo esta noche y te puedes considerar listo de papeles. Adiós a la final, a la tierra prometida, a Hamburgo. Auf wiedersehen.

Aparecen los germanos en un momento extraño, en el que el Valencia avanza a impulsos, sabedor de que debe seguir hacia el frente pero con más corazón que cabeza. Las bajas, las lesiones, las dudas... han enrarecido el ambiente y a ese temor contribuye la aureola de equipo ofensivo y caótico que trae el Werder Bremen, capaz de golear al más pintado. Ese rival atrevido y anárquico es una caja de sorpresas, te hace impredecible el partido, lo enloquece con su ataque constante y ahí Emery, tan ordenado él, sufre por lo de la dinámica de lo impensado.

Pero el rival trae en el pecado su propia penitencia, es temible en ataque (el más anotador del torneo) pero frágil en defensa. Si es fiel a su idea de ir al frente, los bajitos ches pueden hincharse castigando su espalda con su eléctrico juego combinativo.

Noche grande. Emery recupera efectivos y presentará un once reconocible, destinado a sufrir a balón parado (el Bremen tiene una media de altura brutal), pero que debe mandar en la medular a base de calidad y de rápidos cortes de balón para lanzar contras. La opción de contragolpear es la más solvente para seguir rumbo a la final de Hamburgo, sellando los cuartos en Bremen.

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